Elizabeth Guerrero
La pianista venezolana Elizabeth Guerrero interpreta la Polonesa N° 39 de Teresa Carreño, la romántica obra encontrada.

Recién cumplidos los cien años de su ingreso a la inmortalidad, la ejecutante, cantante, directora de orquesta y compositora Teresa Carreño es noticia como autora de estreno, gracias a las fructíferas pesquisas del musicólogo Juan Francisco Sans que, tras la aplicación de técnicas utilizadas en pentagramas y documentos por laboratorios de la Universidad Central de Venezuela, logra que salga a la luz pública una pieza inédita de la ‘gloriosísima’ pianista venezolana, como la bautizara José Antonio Calcaño.

Mujeres al piano mediante —el instrumento ha dado fama a muchísimas mujeres del mundo, ni qué decir en el país—, en el Museo de Arte Afroamericano, la celebérrima pianista venezolana Elizabeth Guerrero interpreta la Polonesa N° 39 de Teresa Carreño, la romántica obra encontrada. El asombroso hallazgo. Un estreno histórico.

Ocasión para celebrar la impecable trayectoria de la caraqueña que fuera sobrina nieta de María Teresa Rodríguez del Toro —la esposa de Simón Bolívar—, pariente de Simón Rodríguez y descendiente de los Carreño, que exageraciones aparte, serían en Caracas como los Mozart en Salzburgo. El sábado 10 de marzo, a las 3 de la tarde, Elizabeth Guerrero, la músico egresada con honores de la Juilliard School de Nueva York, ofrece un recital que rinde homenaje al trabajo tesonero de Morris Matza, director del Museo de Arte Afroamericano, y quien arriba a sus 75 años; un recital que promete.

Teresa Carreño 1
Ocasión para celebrar la impecable trayectoria de la caraqueña que fuera sobrina nieta de María Teresa Rodríguez del Toro —la esposa de Simón Bolívar—, pariente de Simón Rodríguez y descendiente de los Carreño, que exageraciones aparte, serían en Caracas como los Mozart en Salzburgo.

Se trata de un concierto singular, con suculento intermedio. En la primera parte serán ejecutadas siete obras “en el estilo de Chopin”, como dice el programa, entre ellas, valses venezolanos y nocturnos, de Victoria Josefa Almenar, José Antonio Gómez y Luis Ramón Arreaza. Lejanías, El oasis, Melancolía son algunos de los temas.

De seguidas, en el intermedio, Fran Suárez, el economista devenido defensor del golfiao como producto originario de Petare ofrecerá una conferencia sobre el producto creado por panaderos daneses en aquella zona de remanso y clima templado a donde se iba a temperar. Y cierra la segunda parte del concierto con cinco piezas del repertorio tradicional venezolano, joropos y valses de Luisa Elena Paesano, Diana Franklin, Federico Vollmer y Sebastián Díaz Peña que, de tan electrizantes, podrían hacer las veces de resorte y hacer saltar al público de sus asientos.

Apasionada en su interpretación, vibrante, Elizabeth Guerrero, acuciosa investigadora que convierte cada recital en maravillosa ocasión para compartir los secretos de cada partitura y su tiempo, docente innata que suele acompañar sus ejecuciones con anécdotas acerca de las circunstancias de la creación y sus autores, y de cómo se corresponden en el mapa de las fusiones, la ejecutante que integra el Trío Académico Emil Friedman hablará de Carreño la walkiria del piano, de Carreño la caraqueña que siempre compuso desde la venezolanidad a la que nunca abdicó aunque viajó siempre y volvió poco, y de su vida intensa que a la Caracas de Guzmán Blanco, aún pacata, pese a sus audacias y pretensiones, produjo soponcios y ahogos.

Imperdible programa caraqueño que evoca las veladas dominicales junto al piano, ese invento de finales del siglo XVII cuya hábil ejecución por cultas señoritas fuera considerado, en tiempos de María Castaña, oportuno ornamento a la hora de pretender casorio. La gente del Museo de Arte Afroamericano invita a sus habitués y a quienes no lo conozcan aún a visitar la exposición itinerante y permanente en su sede de la avenida Occidente, de San Bernardino.

Plaza para la educación a donde recalan imantados estudiantes e investigadores, reducto donde las charlas, los recitales, las exposiciones alimentan las almas ahítas, así como la biblioteca con sus más de mil volúmenes o las más de tres mil piezas de arte africano ofrecen pistas del génesis de la humanidad, el Museo de Arte Afroamericano de Caracas, gracias a la inquieta sesera de su mentor, Nelson Sánchez Chapellín, es templo del arte, del pensamiento y la cultura, punto de encuentro y resistencia, y valiosa trinchera en permanente expansión.

Este sábado es sábado de gloria.

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