Especial para Ideas de Babel. Lo siguiente es una reflexión completamente personal, asàque antes de leerlo quiero que sea visto desde esta perspectiva. No estoy haciendo una entrada de ninguna manera con la intención de recomendar una obra, hacer una declaración importante o denunciar la situación del paÃÂÂs. Es una opinión introspectiva que hice con el deseo compartir con ustedes, sin muchas pretensiones de ser algo más.
Hoy 27 de marzo, en vez de estar leyendo esto en este momento, posiblemente estarÃÂÂan viendo mi apreciación personal de la última cinta de Danny Boyle, secuela directa de la magnÃÂÂfica Trainspotting, tras quince años del estreno de la original. Mis expectativas eran altas. Tras haber visto avances, material promocional y noticias relacionadas, realmente estaba entusiasmado de ir a verla en las salas de cine comercial. Quiero destacar que muy pocas veces suelo sentirme de esta forma con respecto a cualquier estreno.
¿Pero qué pasó? Bueno, Sony Pictures, solo estando a cuatro dÃÂÂas del estreno, dio a conocer que no tenÃÂÂa intereses de que la cinta fuera estrenada en el paÃÂÂs considerando que el costo de la promoción serÃÂÂa superior a lo que podrÃÂÂa recaudar por taquilla. Ahora, la mayorÃÂÂa de artÃÂÂculos sobre el tema avisan que esta fue una explicación dada por una fuente “cercanaâ€ÂÂ, pero sin dar muchas explicaciones de su origen, lo cual es lógico.
La verdad es que no soy un experto en cuanto al sistema bajo el que se rigen las salas de exhibición. Quizás esté equivocado, pero realmente no estoy completamente convencido con dicha declaración, es decir, creo que estaba planificado desde mucho antes cancelar  el estreno de la cinta, porque jamás llegué a ver mayor promoción de la pelÃÂÂcula, más que un simple póster colocado en el interior de la sala durante semanas,  lugar que corresponde a los próximos estrenos. pero fuera de eso jamás llegue a ver un simple tráiler y mucho menos algún tipo de combo, preventa o promoción alguna relacionada a Trainspotting 2, asàque… ¿gastos por promoción? Dudo que estos siquiera hayan sido discutidos estando ya a solo cuatro dÃÂÂas del estreno ¿Qué diferencia habrÃÂÂan logrado con una campaña de cuatro dÃÂÂas?
El caso no creo que sea el mismo de Logan, cuya fecha de estreno también fue cancelada de manera ‘indefinida’ y sin mayores explicaciones, lo cual me pareció bastante sorprendente porque para esta sàhubo una verdadera campaña. Hubo un material promocional y la expectativa ante su estreno era considerable en el paÃÂÂs. Entonces, ¿qué está pasando? ¿Vemos que existe una especie de patrón que se está haciendo recurrente de distribuidores de grandes compañÃÂÂas incapaces de llegar a un acuerdo con los exhibidores nacionales? La verdad, creo que no… esto ya era recurrente, creo que desde mucho antes.
Quiero que se entienda que no estoy reprochando a las salas de exhibición en este momento (porque sàhabrán situaciones para hacerlo) Pero estas no tienen la culpa, en este preciso momento, porque simplemente al igual que todo el paÃÂÂs se encuentran asfixiados económicamente. Muchas distribuidoras, siendo la mayorÃÂÂa de corte para pelÃÂÂculas independientes, asàsean hechas en Estados Unidos, han optado por dejar de trabajar con Venezuela en los últimos tres años o incluso desde antes. Es que no hay dinero. Esa es la verdad. Esa es la razón por la cual en Venezuela no se estrenó Moonlight a pesar de haber sido la ganadora del Oscar.
Entonces, es evidente que ahora son menos la opciones en nuestras carteleras, porque claramente muy poca gente tiene para pagar una salida al cine un fin de semana. Yo mismo solo opto por ir los dÃÂÂas en que la entrada está a mitad de precio, solo porque me gusta la experiencia pero no puedo costearme ir diariamente o siquiera dos veces por semana y mucho menos comprar caramelearÃÂÂa. No creo haber comprado un combo de cotufas desde hace más de ocho meses.
Y asàcomo yo existe muchÃÂÂsima más gente que habrá dejado de ir al cine por estas misma razones. Las entradas ahora están reservadas solo masivamente para los estrenos más comerciales. Estoy casi seguro que el dÃÂÂa del estreno será casi imposible intentar entrar a ver la última parte de Rápidos y furiosos. Entonces… ¿valdrÃÂÂa la pena para mi ver alguna de estas pelÃÂÂculas â€â€Âque seguramente no me gustarán solo para escribir uno de mis artÃÂÂculos? No creo, seguramente tendré una apreciación personal negativa de ella pero que a nadie le importara y el único que habrá perdido y malgastado su dinero tontamente habré sido yo únicamente.
Entonces, no puedo ver Trainspotting 2 pero puedo estar casi seguro que existirá toda una muchedumbre esperando ver la última hazaña imposible de Toretto… esta es la realidad en la que vivo que me saca de quicio. No porque existan estas pelÃÂÂculas que muchas veces mis amigos y yo tendemos a clasificar como ‘el reguetón del cine’, no, creo que cada quien tiene derecho a ver lo que le atraiga, pero de vez en cuando también me gustarÃÂÂa contar con un poco más de variedad en mis opciones.
¿Me estoy quejando por una estupidez? Porque cuando ves todo el panorama social y económico bajo el que está inmerso Venezuela, sÃÂÂ, lo que estoy diciendo si suena como una estupidez. De la que quizás no tiene sentido quejarse. Pero personalmente me afecta en lo que quiero que sea una especie de oficio, verán… quiero escribir sobre cine, acerca de buen cine, quiero hacer reflexiones de pelÃÂÂculas que valgan la pena, que digan algo importante y cuyas historias aporten algo sobre la condición humana. ¿Dónde está ese cine en estos momentos? En las salas alternativas, por supuesto, no hay de otra, pero estas cada vez son también más escasas y a veces, también inexistentes en el interior del paÃÂÂs.
En todo caso, el rango que tienen las salas alternativas es muy limitado y muy pocas veces tiene la oportunidad de traer consigo estrenos. Es obvio, si una empresa que lleva décadas en la exhibición de pelÃÂÂculas comerciales se ve en apuros con Logan mucho más lo tendrán las humildes salas alternativas que querrán proyectar algún clásico o el estreno de pelÃÂÂculas europeas y latinoamericanas. En fin… sin recursos, es imposible que exista variedad en cuanto a contenido. Por consecuencia, más limitadas son las opciones de ver arte cinematográfico de verdadera calidad.
¿Dónde está la función del crÃÂÂtico entonces cuando sabes que 90% de tus opciones en la marquesina realmente no aportan nada al séptimo arte? ¿No se supone que es función del crÃÂÂtico resaltar aquellas obras menos conocidas dentro del mercado e incentivar a otros a que vayan a verlas? ¿Buscar que otros también reflexionen sobre ellas? Parece tener cada vez menos sentido.
¿Qué podrÃÂÂa ver todas estas pelÃÂÂculas gracias a Internet y a la piraterÃÂÂa? Si, por supuesto. Pero no es ético. No puedo recomendarlo e incentivar la piraterÃÂÂa de ninguna forma. Es un crimen, estúpido y difÃÂÂcil de penalizar hoy en dÃÂÂa pero no deja de ser un crimen contra el realizador, que es quien a fin de cuentas hace el trabajo que deseas apoyar. Eso serÃÂÂa un acto incongruente. Entonces me pregunto… ¿para qué hacer esto entonces? ¿Qué sentido tiene querer dar tu opinión sobre una pelÃÂÂcula? ¿Qué sentido tiene querer ser crÃÂÂtico de cine en Venezuela? ¿De verdad vale la pena?, me pregunto.
Cuando lo ves, son muy pocos a quienes realmente le interesa lo que haces o lo que tienes que decir. Yo no escribo para decirme a màmismo ‘mÃÂÂrate, eres un intelectual’. La verdad, poco me importa eso a veces, solo sé que me gusta el cine y quiero de alguna compartir mi punto de vista y generar opiniones. A veces confieso y siento que lo único que tendrÃÂÂa sentido seria hablar de pelÃÂÂculas nacionales, pero hasta la frecuencia de estas se hace más intermitente por las mismas razones económicas. Incluso tiendo a contener mi opinión sobre algunas producciones nacionales porque estoy consciente del esfuerzo y sacrifico que conllevó si quiera pagar el catering de ese dÃÂÂa.
Lo que es peor aún, esto de escribir sobre cine no es un oficio para nada remunerado al parecer. Nadie quiere pagarte por lo que haces, no solo por querer estar comenzando sino porque simplemente tu contenido parece no hacerle falta a nadie en realidad. El crÃÂÂtico en el ‘área cultural a veces parece ser solo un ‘valor agregado†dentro de sociedades con alto ÃÂÂndice de apreciación artÃÂÂstica. Pero en nuestro paÃÂÂs cada dÃÂÂa que pasa este tiende a ser más una minorÃÂÂa o estar controlado de forma casi elitista en nuestro paÃÂÂs. Una realidad que me parece cada dÃÂÂa más despreciable y desmotivadora.
Por el momento el futuro se ve incierto y a veces parece que el crÃÂÂtico estará condenado siempre a ser alguien que lo hace ‘por amor al arte…’, al menos asàparece ser por el momento con casi todo. Pero no estoy tirando la toalla de alguna manera. De verdad yo creo que tiene una relevancia lo que hago. Asàsea poco o mucho lo que haga por otros no tiene que tener importancia ahora, porque sé que de alguna manera estos escritos podrÃÂÂan caer en las manos correctas en algún momento.
Solo queda agradecer que sigan existiendo portales como Ideas de Babel que incentiven la libertad de expresarse libremente sobre temas como el cine o el arte en general. El tiempo dirá si de algo esto servirá… solo espero que no tenga que pasar mucho tiempo.