Sinopsis: Obra maestra de Chaplin, en la que interpreta a un solitario buscador de oro que llega a Alaska, a principios de siglo, en busca de fortuna. Una fuerte tormenta de nieve le llevará a refugiarse en la cabaña de un bandido. En 1942 fue reestrenada en versión sonora.
Cometario de Jacobo Penzo. La Quimera del Oro (‘The Gold Rush’, EE.UU, 1925) figura, sin duda, entre las obras más celebradas de Charles Chaplin. En ella se resumen las caracterÃÂÂÂsticas más notables del estilo del genial cómico. Una trama repleta de incidentes que impulsan los incontables gags, uso ingenioso y hábil de los elementos escenográficos (inolvidable es esa cabaña balanceándose al borde del precipicio) y una cámara casi estática para permitir el lucimiento de los actores y sobre todo de Charlot, el personaje principal.
Si bien el film pudiera verse como una pieza de museo, es una antigüedad viva que aún motiva el regocijo en el espectador, quizás acostumbrado a un humor más moderno y elaborado. Pero, a pesar del tiempo transcurrido, ChaplÃÂÂÂn conserva una gracia que le viene de una expresión inmortal y milenaria: el arte del mimo. Elemento esencial en el cine mudo y que Chaplin explotó hasta el máximo de sus posibilidades. El mimo es la manifestación mas básica de la representación. Un ser humano solo en el escenario es capaz de crear un relato que puede conmovernos o divertirnos.
De dicha expresión eterna se nutre el arte de Chaplin y por ello su obra vuelve a tocar la sensibilidad aún del espectador contemporáneo. En las secuencias mas memorables no solo disfrutamos de los encuentros del vagabundo con el matón, sus vicisitudes con la miseria y el hambre. Secuencias en las que Chaplin encuentra el costado cómico de situaciones más bien dramáticas, algo usual en su trabajo. Pero las escenas mas recordables quizás sean dos: el baile de los panecillos, una tierna y graciosa pantomima, y las que muestran su amor por Georgia, la chica del bar.
Estas últimas contienen una de las imágenes más tristes del cine. Aunque en ellas el director bordea peligrosamente la cursilerÃÂÂÂa logra un contrapeso nuevamente gracias al humor, y es cuando el vagabundo prepara una cena para agasajar a Georgia y sus amigas. Las horas pasan y la joven no aparece. Charlot dirige sus pasos al bar donde se celebra un baile. La alegrÃÂÂÂa reina en el lugar y su amada Georgia y sus amigas se divierten con otros hombres. La imagen del vagabumdo observando la celebración desde el exterior, excluido del reino de la diversión y la felicidad, es una de las imágenes mas conmovedoras que haya creado el cine. Resume el destino de los excluidos, los marginados, en resumen de los solitarios. Un tipo de experiencia que marcó dolorosamente la infancia de Charles Chaplin.
Después Charlot logrará ingresar a la fiesta y el film recuperará su tono de comedia, pero la mirada del vagabundo abandonado se hace inolvidable y deja una impronta: la huella del desamparo en la memoria del espectador.
Este clásico de Charles Chaplin se exhibe el 10 dediciembre en los Sábados Selectos del Cinecelarg3. A las 3:00 pm. Entrada libre.
LA QUIMERA DEL ORO (The Gold Rush), EEUU, 1925, 95 minutos. Director: Charles Chaplin.. Guión: Charles Chaplin. Música: Max Terr. FotografÃÂÂÂa: Rollie Totheroh, Jack Wilson. Reparto: Charles Chaplin, Mack Swain, Georgia Hale, Tom Murray, Malcom Waite, Henry Bergman. Productora: United Artists.
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