Sara Baras
Sara Baras y su compañía con el espectáculo ‘Voces’, un homenaje a artistas de la talla de Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Antonio Gades, Enrique Morente, Moraíto y Carmen Amay. Foto: Santana de Yepes.

El flamenco, palabra derivada de los términos árabes ‘Felah-Mengus’, que juntos significan ‘campesino errante’, es un arte que se presenta en dos variantes: música y baile. En la música, el cante y la guitarra ocupan el papel fundamental, aunque existen otros instrumentos (como la percusión) y acompañamientos (como las palmas) que generalmente están presentes y juegan desempeñan una función muy importante. Es, además, el más claro referente cultural de identificación de España y una forma de comunicación que se transmite de generación en generación.

Podríamos agrupar los palos en dos grupos o estilos: el flamenco jondo y el flamenco festero. El flamenco jondo (u hondo) es un estilo serio que expresa sentimientos profundos y con frecuencia trágicos. Aquí se tratan temas como el amor, el desengaño o la pena, y se baila con una expresión muy profunda e intimista. Es por ello que es el más difícil de comprender para aquellos que no están iniciados en este arte, y se representa más frecuentemente en círculos de expertos o en sala de teatro o concierto. Ejemplos de jondo son la farruca, el martinete, la minera, la petenera, la soleá y el tiento.

El flamenco festero es un arte más alegre. Como la misma palabra dice, se interpreta en las fiestas y celebraciones. Los temas tratados son alegres, ya sean sobre el amor y los sentimientos, ya sean evocando lugares, fiestas y escenarios flamencos, o incluso a veces cómicos. Ejemplos del flamenco festero son las sevillanas, la rumba, los tanguillos, las bulerías y las alegrías.

Sobre los orígenes e influencias del flamenco se carece de antiguas referencias escritas donde se mencione el flamenco como tal. El único dato conocido, por transmisión oral, es que surgió como expresión artística de una mezcla de culturas como la andaluza, la gitana, la árabe y la judía. Su nacimiento se sitúa a mediados del siglo XVIII y su cuna fue Andalucía. Allí empezó y se desarrolló este arte que, con el tiempo, se ha extendido convirtiéndose en una manifestación artística universal. En la actualidad, abarca un total de nueve sectores diferentes (textil, calzado, complementos, instrumentos musicales, audiovisual, revistas y libros, espectáculos,docencia y turismo) y se encuentra presente en los cinco continentes.

El flamenco es una expresión con un duende especial. Pero, ¿qué es el duende? El duende es algo necesario para triunfar en el mundo del flamenco según Manuel Torres, gran artista del pueblo andaluz. Es un talento que nadie sabe explicar pero que cuando aparece, todo el mundo lo siente, “el duende no está en la garganta; el duende sube por dentro desde la planta de los pies» decía Federico García Lorca, “no es cuestión de facultad, sino de verdadero estilo vivo”. Y es que para aprender flamenco no sólo la técnica es necesaria, sino también el alma.

Arte con atractivo turístico

El flamenco ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad desde 2010. Los extranjeros se sienten atraídos por el baile, el cante, los cursos y las rutas especializadas en este arte. Muchos turistas vienen a España sólo por asistir a actividades de flamenco: 23.1% de las personas que volvían para tal fin lo hacían menos de un mes después de su anterior visita, según cita Turespaña. Este arte generó un impacto económico de 179.4 millones de euros en 2009 y, de ellos, 85.8% procedían del turismo. Es decir, genera 2.42% del PIB de las industrias culturales de España y 0.07% del PIB total.

La demanda internacional de dicho arte español se concentra en tres grandes zonas geográficas: Extremo Oriente, América y Centroeuropa. De todas estas grandes zonas, Japón es el país más representativo gracias a que cuenta con el mayor número de aficionados al flamenco fuera de España. Para los japoneses, ‘flamenco’ es la segunda palabra que representa a España sólo por detrás de la palabra ‘toros’ según los datos de la encuesta del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos de 2003. El gran número de academias, revistas especializadas, festivales o tablaos repartidos por países de todo el mundo abalan la expansión de este arte tan español.

Pero, como lugar original del flamenco, no hay mejor país que España para disfrutar de él. Muchas ciudades españolas, principalmente en Andalucía, cuentan con rutas flamencas y una cultura inspirada en este arte que va más allá del cante y el baile. Es el caso de Granada, donde se puede disfrutar del más puro ambiente flamenco en sus cuevas del Albaicín y el Sacromonte, o Sevilla, con festivales tan importantes como la Bienal de Flamenco. En este sentido es importante destacar el Festival Internacional del Cante de las Minas, un certamen español de flamenco celebrado cada año en La Unión (Murcia) y cuya primera edición fue realizada en 1961.

La capital mundial del flamenco

Sin embargo, Madrid es también considerada la capital mundial del flamenco. Es a esta ciudad a la que se debe acudir para ser estrella del baile o el cante jondo. Los más importantes bailaores, cantaores y tocaores han pasado por esta villa en la que cualquier día de la semana se puede asistir a grandes espectáculos en los teatros o a pequeños recitales de cante y baile en tablaos. En Madrid está toda la industria discográfica que ve nacer  las composiciones flamencas que posteriormente darán la vuelta al mundo.

Hoy en día, los lugares por excelencia de la capital para disfrutar del flamenco son sus tablaos donde se inspira autenticidad, calidady variedad. El silencio roto por un acorde de guitarra, un quejío o un taconeo acompañado de la mejor gastronomía española, tapas y vino, conforman una experiencia emocionante para el deleite de los cinco sentidos.

Hay numerosos lugares donde disfrutar de este arte:

El Corral de la Morería, inaugurado por Manuel del Rey en 1956, es el tablao flamenco más famoso del mundo. Ha recibido el premio especial Mejor Tablao flamenco del Mundo por el prestigioso Festival Internacional de Cante de las Minas y está incluido en el libro 1000 Places to see before you die. Considerado como la Catedral del Arte Flamenco en España, ha presentado a lo largo de su trayectoria a los mejores artistas del género como Pastora Imperio, María Albaicín, Manuela Vargas o Isabel Pantoja.

Villa-Rosa, uno de los lugares flamencos más emblemáticos del Madrid de los años veinte, es un tablao creado en 1911 por dos picadores y adornado al más puro estilo arábigo andaluz, con azulejos de temática flamenca y taurina. Por él han pasado cantaores de la talla de Miguel de Molina, Lola Flores, Antonio Mairena o Juanito Valderrama, los guitarristas Manolo de Huelva y Ramón Montoya, y bailaores como Estampío y Toni “El Pelao”.

Cardamomo, a un paso de la Puerta del Sol, se ha convertido en símbolo del amor por el flamenco y en referencia conocida por grandes como Joaquín Cortés, Enrique Morente, Estrella Morente, Tomatito o Raimundo Amador, entre otros. Recomendado por el New York Times y catalogado por el Ayuntamiento de Madrid como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Madrid, este local acoge también a las jóvenes promesas.

El flamenco encuentra en Casa Patas otro de sus lugares de culto en Madrid, lugar que recibió el premio Enrique Maya de la Comunidad de Madrid en el año 2009. Reconocido como punto de referencia del mundo del flamenco nacional e internacional, Casa Patas cuenta con una sala independiente, con características similares a las de un pequeño teatro, para sus actuaciones flamencas. Además de cante y baile, en su sala se celebran entregas de premios flamencos y taurinos, presentaciones de discos y libros, y exposiciones de fotografías.

También los jóvenes valores, al igual que los ya consagrados, tienen cabida en Las Tablas, tablao considerado como uno de los mejores y más importantes de la Comunidad de Madrid. Aquí  se ofrece una fusión de sonidos y sabores de distintas procedencias.

En una antigua cueva del barrio de Lavapiés se encuentra Candela, un tablao famoso por sus juergas nocturnas míticas en la historia del flamenco donde se sucedían encuentros entre grandes y pequeños artistas. Con una decoración inspirada en el clásico patio andaluz, Candela ha acogido a artistas mundialmente conocidos como Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Sara Baras, Pepe Habichuela, Antonio Canales y María Maya.

El Café de Chinitas, tablao situado en un palacete del siglo XVIII, surgió gracias a la inspiración del Café de Chinitas de Málaga, el café cantante más antiguo de España, y de García Lorca. Los mantones de Manila y motivos taurinos decoran este local que ha acogido, y acoge, a los artistas más importantes del mundo del flamenco: Tomás de Madrid, la Chunga, Carmen Mora, Serranito, Pastora Imperio, Lebrijano y José Mercé son tan sólo algunos ejemplos.

Las Carboneras, en la zona más castiza de Madrid, combina una imagen y estilo vanguardista con lo mejor del flamenco actual. Por este tablao han pasado figuras de reconocido prestigio como Belén Maya, Rafael Amargo, Pastora Galván, Jorge Pardo y Manuel Liñán, entre otros. En el año 2011 puso en marcha  el Concurso de Baile Flamenco Las Carboneras, con la intención de promover a los nuevos valores dentro de la danza flamenca y dar cabida al trabajo innovador de los jóvenes creadores.

Torres Bermejas, inaugurado en 1960, es uno de los tablaos flamencos más importantes y singulares del mundo. Con una decoración que reproduce el interior de las Torres Bermejas de la Alhambra de Granada, esta sala fue testigo del descubrimiento de artistas flamencos como Camarón de la Isla y Paco de Lucía. Otros como Manolo Caracol, José Mercé, Mario Maya o Juan HabichuelaNieto también han pasado por este local que se encuentra en pleno centro histórico de Madrid.

Son muchas las opciones que ofrece Madrid como Capital Mundial del Flamenco para vivir una experiencia única con sus numerosos tablaos en los que emocionarse y adentrarse en el mundo de este arte con origen español, pero que cada vez se expande más por el mundo. Un género variado, con historia y serio pero festivo a la vez, que no deja indiferente a nadie.

*Publicado originalmente en Marca España.

http://marcaespana.es/actualidad/cultura/madrid-una-capital-del-flamenco

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