Focus 1Esta combinación de romance, acción y suspenso se fundamenta en la preceptiva básica de ese subgénero que Lewis Milestone propuso en 1960 con la original Ocean’s eleven (Once a la medianoche, como se tituló en Venezuela), ambientada en Las Vegas y protagonizada por el legendario Rat Pack, integrado por Frank Sinatra, Dean Martin, Peter Lawford y Sammy Davis, Jr. Tuvo un exitoso remake en 2001 —bajo la dirección de Steven Soderbergh y con el protagonismo de George Clooney, Brad Pitt, Matt Damon, Andy García y Julia Roberts— que generó dos secuelas. Desde luego, hay muchas películas sobre esta especie de dream team del engaño. Recuerdo de manera especial la argentina Nueve reinas, excelente ópera prima del fallecido Fabián Bielinsky y actuada magistralmente por Gastón Pauls, Ricardo Darín y Leticia Brédice.

Esta Focus que se acaba de estrenar se inscribe en esta tendencia de los estafadores con encanto e inteligencia que no desechan el encuentro amoroso. Es lo que propusieron los guionistas y directores norteamericanos Glenn Ficarra y John Requa —responsables de la muy debatida I love you Phillip Morris, 2009, y la reconocida Crazy, stupid, love, 2011— pero esta vez ambientada la historia en Nueva York, Las Vegas, Nueva Orleans y Buenos Aires. Y, en tiempos de integración racial, en los EEUU de Barak Obama, la pareja protagonista es el moreno estadounidense Will Smith y la rubia australiana Margot Robbie, la misma de El lobo de Wall Street. Un detalle importante que añade valor al film.

¿La trama? No puede ser más tradicional pero muy eficaz. Nicky es un timador encantador y eficiente, un maestro del engaño que se involucra sentimentalmente con Jess, una chica guapa e inteligente con vocación de estafadora. A medida que él le va enseñando los trucos de su profesión, ella se aproxima efectivamente y Nick, con cautela, interrumpe la relación sin dar explicaciones. Tres años más tarde, la antigua chica aparece en Buenos Aires convertida en la pareja de un empresario del circuito de autos de carrera de alto riesgo. El  mismo que ha contratado a Nick para ejecutar un ‘golpe’ que involucra millones de euros. Más de media película transcurre en la capital argentina, con escenas en La Boca, San Telmo y Puerto Madero. Allí se suceden las escenas más inverosímiles que conducen al puerto del amor y la felicidad. Lo dicho: romance, acción y suspenso.

Ficarra y Requa dirigen su propio guión que se desarrolla en distintas direcciones y a veces sus ideas se desplazan de una forma súbita —y no del todo resuelta— entre la comedia y el thriller. El mundo de los timadores y los carteristas se muestra de forma simpática, más pendiente de las destrezas de sus protagonistas que de las consecuencias de las acciones delictivas. Los primeros encuentro entre la pareja protagonista son manejados con inteligencia y picardía. Nada es lo que parece y no existe el azar. Como en la secuencia de las apuestas de Nick y un millonario chino durante un partido de fútbol norteamericano, tal vez la mejor de la película. Allí crece el suspenso y el desconcierto, con mucho suspenso y comedia, muy bien manejada por estos directores.

Focus no es una gran película, pero tampoco es mala. Es entretenida, simpática, engañosa. no le pidamos más. Tenemos una típica historia de amor entre el estafador curtido que se las sabe todas y la chica hermosa y novata que finalmente no será tan ingenua como parecía. Ya todos nos sabemos lo que ocurre.

FOCUS. MAESTROS DE LA ESTAFA (Focus), EEUU, 2015. Guión y dirección: Glenn Ficarra y John Requa. Fotografía: Xavier Grobet. Música: Nick Urata. Montaje: Jan Kovac. Diseño de producción: Beth Mickle. Elenco: Will Smith, Margot Robbie, Rodrigo Santoro y Gerald McRaney.

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