Pedro León Zapata
Para muchos venezolanos Pedro León Zapata era algo así como una garantía de país.

Para los venezolanos de mi generación, y para los que vinieron después, Pedro León Zapata se convirtió en un símbolo de la lucha por la justicia y la libertad en Venezuela. En las artes, en la política y en la democracia. Una lucha con mucho humor y mucha inteligencia, lo cual parece una redundancia pero no lo es. Lo apreciamos y admiramos primero como caricaturista de El Nacional —desde 1965 y de forma ininterrumpida— y luego como artista plástico, como ilustrador, como director de revistas humorísticas, como vestuarista y escenógrafo de teatro, como coordinador de La Cátedra Libre de Humorismo Aquiles Nazoa de la UCV, como conferencista y docente, como hombre de radio y televisión y hasta como candidato a la Presidencia de la República. Yo lo veía en la redacción de El Nacional y me dedicaba a escucharlo en silencio. Como lo vi y lo escuche tantas veces en el Aula Magna de la UCV, en los programas de televisión con Sofía Imber y Carlos Rangel, en la preparación de su candidatura, en sus programa de radio con Orlando Urdaneta, en sus ‘divagancias’ con Miguel Delgado y Laureano Márquez. Este andino formado en México y desarrollado en Venezuela nos ayudó a conocernos y a comprendernos. Era algo así como una garantía de país. Nos hizo reír y también reflexionar. Pero el arte, la inteligencia y el pensamiento son esencialmente libres. Por eso su humor molestó tanto a Hugo Chávez y sus seguidores. Pero no es necesario que este régimen reconozca los valores de Pedro León Zapata. El inmenso resto del país lo recordará siempre con admiración, cariño y respeto. Esto es más importante.

About The Author

Deja una respuesta