Virginia Betancourt 1
Su labor gerencial y de promoción en estrecha colaboración con destacados talentos, amplió los objetivos de la Biblioteca Nacional, Foto de Alexandra Blanco,

“La educación es un camino de riquezas que toda persona tiene y debe aprovechar para ser feliz”

I- Hablar de Virginia Betancourt significa referirnos a una visión de país y al sueño de ampliar los horizontes de la educación en Venezuela.

La posibilidad de realizar esa visión sugiere varias estrategias, entre ellas optimizar y construir la infraestructura ideal y física de la Biblioteca Nacional, de forma que los esfuerzos multidireccionales bibliotecológicos y educativos permitan el crecimiento de los hombres y la nación.

Desde esta perspectiva, esta visión conduce a la misión que se propuso la señora Betancourt en sus inicios profesionales y la orienta al conformar un equipo de profesionales que comparten su interés por modernizar y actualizar la infraestructura de la Biblioteca. Así, al ser nombrada directora de la Biblioteca Nacional en 1974, comienzan los esfuerzos por ampliar la colección, automatizar el uso de la información, implementar dispositivos tecnológicos de avanzada, crear la red de Bibliotecas Públicas y en consecuencia consolidar el sueño, la visión de un Sistema de Nacional de Bibliotecas para fortalecer a los ciudadanos lectores y a los hombres libres.

Es una visionaria que desde los años sesenta, decidió promover el crecimiento intelectual y cultural del ciudadano a través del libro, inicialmente al propiciar con otras señoras un banco de libros, en el cual mediante el canje e intercambio de materiales impresos se facilitaba el acceso a la información y el conocimiento; posteriormente en los setenta, sin perder de vista el objetivo a lograr, promueve la concertación de las políticas educacionales y culturales del Estado y todos los dispositivos necesarios para crear el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional.

Virginia Betancourt, una vez en Venezuela, considera necesaria su contribución para la formación de los ciudadanos lectores que el país democrático requiere. Eso la lleva a impulsar una serie de acciones para crear conciencia sobre la importancia del acceso al libro mediante la lectura.

Logra despertar el interés e impulsar el compromiso del Estado y otras instituciones públicas y privadas hacia la inversión necesaria a la implementación de proyectos y financiamientos, que propicien las estrategias a desarrollar para lograr el crecimiento del ciudadano venezolano que se necesita, entre ellas el fortalecimiento del acceso a la información, al conocimiento y a la memoria de la humanidad.

Debemos considerar que su obra de crecimiento y modernización de la Biblioteca Nacional se vio signada por la clara visión del impostergable fortalecimiento de los procesos educativos de la sociedad venezolana en la democracia.

Educación que debía alcanzar las posibilidades de socialización de los individuos y el consecuente crecimiento colectivo, además de educar para lograr el desarrollo cognitivo, emocional y social de la comunidad.

Entendió desde muy temprano la necesidad de la democratización del acceso al libro como bien cultural y la valoración de la lectura como herramienta indispensable para el desarrollo integral del país.

La visión de las acciones necesarias e inmediatas que el país necesitaba en su momento, las cuales siguen vigentes, la llevó a interpretar nuestro entorno y propiciar respuestas, una de ellas la utilidad de la biblioteca en estrecha relación con su comunidad y por ello la creación de la red de bibliotecas públicas.

Observamos cómo la se{ora Betancourt transmite, a través de su obra de promotora cultural y bibliotecóloga, la apreciación de la educación como un acto múltiple de convergencias de esfuerzos del Estado, la sociedad y la familia, el cual debe estar presente en todas las acciones, sentimientos y actitudes necesarias para transformar la sociedad y sus ciudadanos.

Se abocó a la construcción paulatina y segura de la estructura necesaria, un sistema complejo y actualizado, constituido por la biblioteca y sus redes para satisfacer las necesidades de acceso de los usuarios a los patrimonios bibliográfico, no bibliográfico y audiovisual.

La red de bibliotecas nacionales con la bibliotecología actualizada acorde a las necesidades de Venezuela, surge en el marco democrático del sueño posible de libertades, y de esa forma ve Virginia Betancourt el país de los ciudadanos lectores y hacia ese fin dirige su sensibilidad, conocimiento e historia personal.

Recordemos que en 1810, los patriotas sueñan con hacer una necesaria Biblioteca Nacional, deseo que se consolida durante el gobierno de J. A. Páez en 1833, cuando mediante decreto del Ejecutivo crea la Biblioteca Nacional de Venezuela y expresa que será financiada por el Estado y donaciones privadas.

El 19 de abril de 1839 se promulga la Ley sobre Propiedad de las Producciones Literarias y se nombra el primer director de la Biblioteca Nacional: Diego Bautista Urbaneja.

La historia del país sigue su curso. La Biblioteca será anexada a la Universidad con su sede en la esquina de San Francisco por un tiempo. Luego es separada sin autonomía y continúa su importante función de preservar el limitado patrimonio que posee, expresado en el acervo documental venezolano y venezolanista, la modesta colección que cuida e intercambia con los lectores hasta los años setenta.

La Biblioteca Nacional tiene actualmente 181 años y es Virginia Betancourt quién la modernizó y logró para ella una nueva sede en 1997. Lo hizo llamando a concierto voluntades e instituciones para contribuir en tan importante proyecto.

Funda el Banco del Libro en 1960 en conjunto con otras personalidades, e implementa estrategias novedosas para abordar los hombres de la geografía nacional, los bibliobuses en 1970 y posteriormente las bibliocanoas y bibliomulas, los cuales llevan el libro e incentivan la lectura a los venezolanos de toda la geografía nacional, constituyéndose en una estrategia de promoción del libro y la lectura sin referencia en el ámbito continental.

La señora Betancourt es nombrada directora de la Biblioteca Nacional en 1974 y logra impulsar, con su visionaria capacidad, el fortalecimiento de la institución que recibe e inicia el proceso de convertirla en el instrumento necesario a la educación de la ciudadanía lectora, y fomenta que las bibliotecas propicien la construcción de una sociedad consciente de sus necesidades y soluciones, mediante particulares actividades en torno al libro, los autores y sus contenidos.

Logra en 1977, a través de la concordia de muchas voluntades, que se decrete la creación del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional con su red de Bibliotecas Públicas, de forma de alcanzar las metas diseñadas y la ineludible independencia administrativa y presupuestaria, garantía del crecimiento propuesto para superar los objetivos de esta institución que dirigió hasta el año 1999.

Su visión humanista y contemporánea prevé el crecimiento del sistema de bibliotecas nacionales para satisfacer el apoyo indispensable a la educación y la formación del ciudadano lector, por ello la visionaria hace volar el sueño de las bibliotecas apoyando a la escuela y a toda la sociedad en  la construcción del individuo tan necesario a la sociedad a la que pertenece.

La Unesco, en reconocimiento a su obra. le concede en 1979 el Premio Internacional del Libro y en 1993 es cofundadora de Fundalectura para promover actividades de fomento del libro.

La labor gerencial y de promoción en estrecha colaboración con destacados talentos con quienes impulsa tan trascendental visión, amplía los objetivos de la Biblioteca Nacional en consonancia con los tiempos, el espacio del Instituto Autónomo con sus complejas actividades de resguardo, uso y proyección de la información del patrimonio, resulta insuficiente y surge la necesidad de una nueva sede.

El crecimiento y la proyección de la misión bibliotecológica, la lleva a impulsar la planificación y construcción de la nueva Biblioteca Nacional (1981-1997) y se obliga, igual que al equipo de profesionales, técnicos y obreros que dirige, a implementar las estrategias necesarias para lograr el edificio que albergue las unidades necesarias a las labores tan útiles para aplicar progresivamente los métodos y procedimientos  bibliotecológicos de  actualidad.

Un bello y confortable espacio diseña el arquitecto Tomás José Sanabria en el Complejo Cultural Foro Libertador, contemplando las necesidades de la moderna bibliotecología, sobre lo cual la señora Betancourt y sus colaboradores especializados asesoran, de manera que surja una edificación que ofrezca excelencia en la facilitación del servicio para acceder a la información, propicie la lectura y la relación con los patrimonios tangibles e intangibles del país y el mundo.

El espacio físico para reanimar la relación de la biblioteca con la comunidad y consolidar los vínculos del ciudadano con sus patrimonios.

Desarrolla y dirige la gestión bibliotecaria del país por más de 40 años, desempeño que alcanzó características notables y de gran reconocimiento nacional e internacional. Un equipo de profesionales con gran vocación de servicio e ideas claras sobre la dignificación humana, la acompañan al realizar el sueño de las bibliotecas nacionales y transformar en ciudadanos lectores y libres a los venezolanos, ejemplo que siguieron posteriormente otros países de América latina.

“La lectura  forma ciudadanos y es un medio para ser libre”

II- La dirección de la señora Betancourt y el trabajo de su equipo de profesionales contribuyeron a los modernos y ambiciosos sistemas bibliotecológicos del país, fortaleciendo el Instituto Autónomo y convirtiendo a la Biblioteca Nacional en pionera de las nuevas tecnologías a favor del Libro. Se pueden resaltar de su gestión de 1974 a 1999 la creación e implementación:

  1. Sistema Automatizado de Información de Biblioteca Nacional (SAIBIN), el cual recopila en sus bases de datos millones de registros
  2. Modernización de las unidades de Depósito Legal
  3. Organización y Funcionamiento de la Hemeroteca Nacional y la unidad de Libros Raros y Manuscritos
  4. Reforma y Actualización de  la Ley relativa al Derecho de Autor.
  5. La organización del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, constituido a partir de la formación de 23 redes estadales de Servicios Públicos Bibliotecarios, con más de 752 Bibliotecas Públicas y Salones de Lectura diseminados por todo el país, el 80 % del territorio, integrados a sus respectivas comunidades y en constante crecimiento, contribuyendo a que el libro y la lectura se vuelvan protagonistas en las sociedades a transformar y mejorar.
  6. La aplicación y difusión de las prácticas de conservación documental Centro Nacional de Conservación de papel IFLA-PAC
  7. Creación de la Sala de Referencia Virtual y el Centro Nacional Cooperativo de Referencia (CENACORE)

Mediante el visionario proyecto del Sistema Nacional de Bibliotecas de Virginia Betancourt, se transformaron los servicios bibliotecológicos de Venezuela y para lograrlo fue indispensable que ella y el equipo que dirigía impulsara la autonomía programática y administrativa, la construcción de sedes propias en la capital y en todo el país, la actualización tecnológica para el crecimiento de la institución, la optimización de los servicios, el crecimiento de la colección y, ante todo, la consolidación del compromiso con la sociedad y sus individuos para que la Biblioteca contribuya a la educación, la calidad de vida y el crecimiento del país.

 

*Palabras de Ivonne Rivas en el homenaje a Virginia Betancourt, en la Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo, FILUC, en Valencia,

17 de octubre de 2014

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