Assane Diop, hijo de inmigrante senegaleses, planea el robo del Collar de la Reina, valorado en veinte millones de euros y en custodia del Museo del Louvre.

El éxito extraordinario de la serie original de Netflix ha vuelto las miradas hacia el personaje que el francés Maurice Lablanc desarrolló en una veintena de novelas, la primera de las cuales —Arsène Lupin, caballero y ladrón— se publicó en 1905 y convirtió a su personaje en una nueva referencia de la narrativa de aventuras. Una suerte de Robin Hood que actuaba en el París de principios del siglo pasado, con elegancia y picardía y al margen de la ley.

Pero la serie creada por George Kay y François Uzan —producida en 2019 por Gaumont TV para Netflix y no estrenada hasta ahora por la pandemia— no aborda directamente al ladrón de guante blanco y monóculo sino a un insólito heredero conceptual de su incorrección en la capital francesa del siglo XXI. Assane Diop, hijo de inmigrante senegaleses, planea el robo del Collar de la Reina, valorado en veinte millones de euros y en custodia del Museo del Louvre. Así comienza Lupin, que en su primera temporada de cinco capítulos se ha impuesto sobre otras series en streaming y ha reimpulsado las ventas de los libros de Leblanc.

Si bien es cierto que la serie está muy bien producida, el factor fundamental de su triunfo instantáneo recae en Omar Sy, quien interpreta al émulo de Lupin desde una perspectiva social distinta, tanto por su raza como por sus orígenes más bien humildes. Assane Diop descubrió al personaje de Leblanc gracias a su padre, quien le regaló el primer libro de la saga. Prácticamente se asume como un nuevo Lupin en la modernidad y lo dota de fortaleza y credibilidad. Este actor francés de ancestros senegalenses y mauritanios ha participado en películas galas muy exitosas como Nos jours heureux (2006), Amigos para siempre (Intouchables, 2011) y Samba (2014), las tres de Eric Toledano y Olivier Nakache, o en las norteamericanas X-Men: días del futuro pasado (2014), de Bryan Singer, e Inferno (2016) de Ron Howard. También ganó el Cesar como mejor actor en 2012 por su trabajo en Untouchables.

Una de las grandes fortalezas de Lupin reside en la manera como atrapa la atención del espectador para conducirlo por una determinada ruta dramática y de pronto lo sorprende con una óptica distinta y una ruta diferente. Esta posición establece un juego donde la credibilidad a ratos se pierde, pero la retoma unas escenas más allá. La anécdota sigue a Assane en París, mientras planea de manera muy compleja hacer un atraco para robar el collar de María Antonieta y burlar todas las normas de seguridad. A su paso va sumando personajes de distintos mundos que giran alrededor de sus acciones y que conforman un cuadro humano variopinto pero genuino. Su padre Babakar, su amada Claire, su hijo Raoul —baste recordar que el personaje original de Leblanc se llamó Arséne Raoul Lupin— y su amigo Benjamín, al lado de delincuentes, policías corruptos y los miembros de la familia Pellegrini.

El capítulo de apertura tiene mucha fuerza y define el núcleo de los otros cuatro episodios de esta primera temporada. Desde el principio la serie deja muy claro que su personaje se inspira en otra ficción muy distinta. Propone una relación muy fuerte de Assane con su padre Babakar Diop, chofer de la familia Pellegrini en 1995, a quien acusan de haber robado el famoso collar en aquel año. Este conflicto personal mueve la trama entre el presente y el pasado —con una excelente edición que nunca pierde el hilo narrativo— y propone un equilibrio entre el drama y la comedia a través de un juego de contrastes que no llega al esquematismo. La familia Pellegrini y los Diop son muy distintos, es verdad, pero en estos cinco episodios se revelan con muchos matices.

Assane es un personaje extremadamente interesante en sus convicciones y sus contradicciones. Maestro del disfraz, como el propio Lupin de Leblanc, exhibe su encanto y engaña a todos con sus artimañas surgidas de la nada. No pretende hacer el mal, simplemente sobrevive en una sociedad hostil. Atraviesa la trama con sus conductas soprendentes y estimula la curiosidad del espectador.

El final de la primera temporada establece un conflicto personal en Assane y predispone el tono y la intensidad de la segunda temporada, es decir, cinco episodios más. Hay un hermetismo muy riguroso sobre su desarrollo, pero se sabe que ya fueron producidos.

LUPIN (Lupin, dans l’ombre d’Arsène) Francia, 2021. Serie de TV. Primera temporada de cinco capítulos. Creación: George Kay y François Uzan. Dirección: Marcela Said, Louis Leterrier, Ludovic Bernard. Guion: George Kay, François Uzan, Florent Meyer, Tigran Rosine, Marie Roussin. Producción: Gaumont TV y Netflix. Fotografía: Christophe Nuyens, Martial Schmeltz. Edición: Jean-Daniel Fernández-Qundez, Richard Marizy y Audrey Simonaud. Música: Mathieu Lamboley. Elenco: Omar Sy, Vincent Londez, Antoine Gouy, Soufiane Guerrab, Clotilde Hesme, Hervé Pierre, Ludivine Sagnier, Etan Simon, Shirine Boutella, Johann Dionnet, Vincent Garanger, Nicole García, Mamadou Haidara, Fargass Assandé. Distribución: Netflix.

 

 

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