Tamara 4
Pero Teo no es el único que se transforma.

Casi por azar logro ver —fuera de Venezuela— el más reciente largometraje de Elia Schneider. Llegué tardí­amente a Tamara, luego de haber leído las crí­ticas de mis colegas —algunas publicadas en Ideas de Babel× y de constatar la aceptación de los analistas.

Lamenté no verla en pantalla grande y con los recursos de la tecnologí­a, como lo quería. Pero en mi portátil tuve la oportunidad no solo de apreciarla de principio a fin sino de revisarla, de retrocederla, de volver a ver ciertas secuencias, de estudiarla. Conozco personalmente al personaje real que inspiró el film y he participado con ella en un par de cineforos sobre la diversidad sexual y la discriminación hacia ‘los otros’. Huelga decir que la historia no me es ajena. Pero lo más importante, desde mi perspectiva personal y profesional, es que descubrí­ una de las mejores pelí­culas venezolanas de los últimos tiempos. Sobre cualquier tema. Y, sin duda, la mejor realización de Schneider. Redonda, compleja, bien estructurada, atenta al detalle y con un sentido de comprensión de los seres humanos que va mÃás allá de los clichés que signan los géneros. ¿Cine de la comunidad LGTB? Sin duda, pero Tamara va más allá de esos lí­mites y se inserta en la lucha de los discriminados para trascender lo normal y llegar a lo natural, es decir, a su esencia. Dicho de otra forma: comprender y aceptar la naturaleza de las personas, desde los puntos de vista sexual, religioso, étnico o político.

En rigor, el film no trata de contar la historia del abogado y profesor universitario Tomás Adrián en su proceso de convertirse en Tamara Adrián, hoy primera diputada transgénero en América Latina elegida democráticamente en Venezuela el 6 de diciembre de 2015 y tenaz defensora de los derechos humanos. Schneider no realizó un documental. Pudo haberlo hecho, sin problemas, pero optó por la comprensión de la realidad a través de la ficción. El guion del uruguayo Fernando Butazzoni y de la propia directora se edifica linealmente, con algunos flashbacks referenciales, para observar y comprender el proceso de transformación de Teo Almanza hacia su nueva identidad como Tamara Almanza. Desde su retorno de París donde cursó estudios de cuarto nivel para insertarse en el mercado laboral venezolano como abogado hasta la consecución de su sueño de ser mujer, atravesando toda suerte de conflictos y rechazos. Es la historia de una meta alcanzada, con la franqueza de la vida y la tenacidad de la verdad.

Pero Teo no es el único que se transforma. También lo hacen su madre al final de su vida, su muy católica esposa María Isabel, su nuevo amor Ana. Los personajes evolucionan, se redefinen, aceptan o rechazan la naturaleza de Teo-Tamara. Hay un personaje interesantísimo, Carmencita, quien ejerce la prostitución en busca de una operación que cambie su sexo. Es el personaje trágico de la trama que ilustra la desesperación de ese ser humano en circunstancias parecidas a las de Teo.

En este cuadro humano destaca la actuación de Luis Fernández sin duda, la mejor de su vidapues extrae los sentimientos, las dudas, los miedos, los sueños, las angustias de una mujer que habita el cuerpo de un hombre. Comunica sus conflictos con sus palabras, sus gestos, sus miradas, su forma de caminar y de sentarse e, incluso, con sus silencios. Es lo que algunos llaman una actuación desde adentro del personaje. Detrás de esta gran interpretación se encuentra un elenco secundario de altí­sima calidad: Mimí Lazo, Karina Velásquez, Prakriti Maduro, Carlota Sosa, Julie Restifo y la propia Tamara Adrián. Todas mujeres. Grandes actuaciones. Los hombres, en cambio, son apenas referencias, salvo el trabajo de Fernández.

Hay dos detalles que me llamaron la atención. Primero, la existencia de una identidad de género y de una identidad sexual, que no son sinónimos aunque lo parezcan. Segundo, el conflicto personal puede convertirse en una causa colectiva por los derechos humanos. En la ficción no sabemos qué pasará con Tamara Almanza, pero en la realidad sí­ sabemos que ha pasado con Tamara Adrián en la lucha por la democracia y los derechos ciudadanos.

TAMARA, Venezuela, 2016. Dirección: Elia K. Schneider. Guion: Elia K. Schneider, Fernando Butazzoni, basado en una historia de Schneider, Butazzoni, Joel Novoa y Andrea Baranenko. Producción: José Ramón Novoa. Fotografía: Petr Cikhart. Montaje: Christian Alexander, José Novoa. Sonido: Gustavo González. Música: Osvaldo Montes. Elenco: Luis Fernández, Mimí­ Lazo, Prakriti Maduro, Karina Velásquez, Carlota Sosa, Julie Restifo, Alberto Alifa, Tamara Adrián. Distribución: Cines Unidos.

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