La memoria íntima de una foto: Edda Armas retratada por Alfredo Armas Alfonzo.

El nuevo libro de Edda Armas, presentado bajo el influjo de las palabras de Victoria De Stéfano, viene sumarse como el segundo título de la Colección Kalathos de Poesía que dirigen Artemis Nader y David Malavé; y por él desfilan como barajitas de un álbum de recuerdos sesenta y nueve poemas. La autora quiso rendir un tributo a la fotografía que la ha acompañado como presencia determinante desde su trabajo en la fototeca en los años setenta y también a quienes están detrás de esa estrategia del ver y suspender un instante.

En una entrevista siempre hay preguntas que quedan por hacer, otras que no encuentran cabida en la recia disciplina del espacio redaccional. En el caso de una poeta con quince libros en el alma, las preguntas se multiplican y las respuestas son errancias, significados abiertos que el lector recoge y los hace suyos. Con Armas cada pregunta se va tramando a la anterior hasta hacer el tejido de su voz caleidoscópica. En Sin negativo ni estaciones la sustancia la componen aquellos poemas que la autora rescató de su computador, y se ofrecen como un ejercicio sostenido del ver, de sujetar a la manera de la superficie de la foto: la imagen que recogió el sentir del momento, el ojo que la captó.

Este libro como un gran angular va captando, incorporando memorias, afectos, consagraciones. En el andar cada epígrafe va dándole las pistas al lector por el camino de los poemas: como si dijera aquí toca la nostalgia, aquí la luz, aquí el claroscuro, aquí el relámpago… hasta llegar al epílogo de Ednodio Quintero (…) “Y ensarto la agua con el hilo del cedazo de lino” La paciencia de ir elaborando un objeto precioso y preciso: el poema… Motivos para celebrar los hay por doquier en Sin Negativo Ni estaciones, cuya lectura hice bajo el invierno siberiano de Tokyo…

Si tuviera que definir su voz poética….

Una mirada transversal. Tejedura. Celda sensorial. Anclaje. Textura. Narración. Vara. Alquimia. Espejo. Hoguera. Caracol. Fragmentariedad. Dedal.

¿Qué le significa la poesía?

-Una manera de vivir. El lugar desde el que miro, siento, respiro e interrogo casi todo.

¿Qué piensa de la frase “la poesía es para quien la necesita”?

Sí, podríamos decir que es una manera práctica o simple para definirla, pero ella es más que eso. Sin embargo, jugando con la frase la ajustaría a “cada quien encuentra el poema que necesita”, lo que se complementa bien con aquello de que, “a veces, el poema le va al lector como anillo al dedo”. Y eso tiene que ver con la sincronicidad de los sucesos en la vida de cada quien. Con los vacios que requiere reconocer y llenar. Un libro tiene su momento de ser leído para cada lector.

Si tuviera que escoger entre sus catorce poemarios ¿con cuál se quedaría?

Eso aún no lo sé. Cada uno tiene su historia y su espina en mí. A la manera de una matrioska creo que el último uno contiene a los otros; porque hay un develarse circular.

¿Se siente parte de una tradición literaria de la poesía femenina en Venezuela, o la poesía carece de género?

 Es una vieja discusión que ya no me interesa. Los escritores tenemos género, la obra no.

Uno de los mitos que hay en relación al trabajo poético es el de la presencia de la inspiración. ¿Donde está, es el propio trabajo, es una imagen… ¿qué la inspira?

Hay momentos en que percibes y ves. Un tema, una imagen, un espacio explorable. En la poesía como en cualquier otro oficio del arte el resultado te lo da el trabajo que vas tejiendo en una estación, con dedicación, constancia y mucho ojo visor y crítico.

¿Qué lugar cree que ocupa la poesía en la sociedad contemporánea, donde la tecnología se ha convertido en un lenguaje en sí mismo que ha transformado la manera de percibir, de comunicar y hasta de crear….

La tecnología la aprovechamos los escritores en nuestro trabajo de creación, y es una herramienta maravillosa. El e-mail, el cyberespacio, los blogs, la red infinita del Internet que te conecta con todos, la nube para almacenar lo que a diario escribimos. Todo se complementa, y nada está reñido.

La poesía es la poesía; que al igual que el teatro hace presencia en la sociedad desde el principio de la humanidad. Es la expresión del ser que somos en cada momento de la historia. No está de moda pero, por ello tampoco pasa de moda. La gente la encuentra cuando la necesita ¿no?

Ofrecemos en esta reseña uno de los poemas que se leyó en el bautizo del libro

Colmada

Tómate el tiempo

de pasar los cerrojos

de calmar a la virgen

de espiarlos sin mirar

de hervir la misma sal

de tomar el caldo tibio

de soltar toda ancla

para dar cuenta de ti

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