El nuevo libro de Edda Armas, presentado bajo el influjo de las palabras de Victoria De Stéfano, viene sumarse como el segundo tÃtulo de la Colección Kalathos de PoesÃa que dirigen Artemis Nader y David Malavé; y por él desfilan como barajitas de un álbum de recuerdos sesenta y nueve poemas. La autora quiso rendir un tributo a la fotografÃa que la ha acompañado como presencia determinante desde su trabajo en la fototeca en los años setenta y también a quienes están detrás de esa estrategia del ver y suspender un instante.
En una entrevista siempre hay preguntas que quedan por hacer, otras que no encuentran cabida en la recia disciplina del espacio redaccional. En el caso de una poeta con quince libros en el alma, las preguntas se multiplican y las respuestas son errancias, significados abiertos que el lector recoge y los hace suyos. Con Armas cada pregunta se va tramando a la anterior hasta hacer el tejido de su voz caleidoscópica. En Sin negativo ni estaciones la sustancia la componen aquellos poemas que la autora rescató de su computador, y se ofrecen como un ejercicio sostenido del ver, de sujetar a la manera de la superficie de la foto: la imagen que recogió el sentir del momento, el ojo que la captó.
Este libro como un gran angular va captando, incorporando memorias, afectos, consagraciones. En el andar cada epÃgrafe va dándole las pistas al lector por el camino de los poemas: como si dijera aquà toca la nostalgia, aquà la luz, aquà el claroscuro, aquà el relámpago… hasta llegar al epÃlogo de Ednodio Quintero (…) “Y ensarto la agua con el hilo del cedazo de lino†La paciencia de ir elaborando un objeto precioso y preciso: el poema… Motivos para celebrar los hay por doquier en Sin Negativo Ni estaciones, cuya lectura hice bajo el invierno siberiano de Tokyo…
Si tuviera que definir su voz poética….
Una mirada transversal. Tejedura. Celda sensorial. Anclaje. Textura. Narración. Vara. Alquimia. Espejo. Hoguera. Caracol. Fragmentariedad. Dedal.
¿Qué le significa la poesÃa?
-Una manera de vivir. El lugar desde el que miro, siento, respiro e interrogo casi todo.
¿Qué piensa de la frase “la poesÃa es para quien la necesitaâ€?
SÃ, podrÃamos decir que es una manera práctica o simple para definirla, pero ella es más que eso. Sin embargo, jugando con la frase la ajustarÃa a “cada quien encuentra el poema que necesitaâ€, lo que se complementa bien con aquello de que, “a veces, el poema le va al lector como anillo al dedoâ€. Y eso tiene que ver con la sincronicidad de los sucesos en la vida de cada quien. Con los vacios que requiere reconocer y llenar. Un libro tiene su momento de ser leÃdo para cada lector.
Si tuviera que escoger entre sus catorce poemarios ¿con cuál se quedarÃa?
Eso aún no lo sé. Cada uno tiene su historia y su espina en mÃ. A la manera de una matrioska creo que el último uno contiene a los otros; porque hay un develarse circular.
¿Se siente parte de una tradición literaria de la poesÃa femenina en Venezuela, o la poesÃa carece de género?
 Es una vieja discusión que ya no me interesa. Los escritores tenemos género, la obra no.
Uno de los mitos que hay en relación al trabajo poético es el de la presencia de la inspiración. ¿Donde está, es el propio trabajo, es una imagen… ¿qué la inspira?
Hay momentos en que percibes y ves. Un tema, una imagen, un espacio explorable. En la poesÃa como en cualquier otro oficio del arte el resultado te lo da el trabajo que vas tejiendo en una estación, con dedicación, constancia y mucho ojo visor y crÃtico.
¿Qué lugar cree que ocupa la poesÃa en la sociedad contemporánea, donde la tecnologÃa se ha convertido en un lenguaje en sà mismo que ha transformado la manera de percibir, de comunicar y hasta de crear….
La tecnologÃa la aprovechamos los escritores en nuestro trabajo de creación, y es una herramienta maravillosa. El e-mail, el cyberespacio, los blogs, la red infinita del Internet que te conecta con todos, la nube para almacenar lo que a diario escribimos. Todo se complementa, y nada está reñido.
La poesÃa es la poesÃa; que al igual que el teatro hace presencia en la sociedad desde el principio de la humanidad. Es la expresión del ser que somos en cada momento de la historia. No está de moda pero, por ello tampoco pasa de moda. La gente la encuentra cuando la necesita ¿no?
Ofrecemos en esta reseña uno de los poemas que se leyó en el bautizo del libro
Colmada
Tómate el tiempo
de pasar los cerrojos
de calmar a la virgen
de espiarlos sin mirar
de hervir la misma sal
de tomar el caldo tibio
de soltar toda ancla
para dar cuenta de ti