Volviendo a la esencia del lenguaje, ¿no sería más correcto decir que United Airlines dejó de percibir miles de millones, y no hablar de pérdidas?

El lenguaje, ¡ay, el lenguaje!, todo parece reducirse a eso, al lenguaje, o mejor dicho a su uso. Es indiscutible que el lenguaje es la base fundamental del conocimiento, pero para desgracia de la humanidad es también la esencia misma de la manipulación. Aquella teoría que claramente decía a través de los providenciales refranes: “Todo depende del cristal con que se mire”.

Y ante la desgracia que nos abate actualmente, se hace cada vez más evidente la existencia de por lo menos dos cristales diferentes.

Leo dos noticias que nos lo demuestran claramente. Por una parte United Airlines, una de las líneas aéreas más fuertes en EEUU, declara que en el primer trimestre del año tuvieron pérdidas de miles de millones de dólares. En otra noticia, Disney, otro de los gigantes del mundo, informa que ha decidido otorgar licencias sin sueldo a 90% de sus empleados.

Veamos con lupa el asunto. Si una empresa como United Airlines declara pérdidas de esa magnitud, pues habría que pensar que ya quebró. Y no es así. Sencillamente es asunto de lenguaje y ahí inciden varios objetivos. El primero e indiscutible es obtener las sustanciosas ayudas que le otorgarán las autoridades, es decir, pobrecitos ellos. De hecho, los vuelos nacionales en EEUU no se han suspendido, permanecen, aunque vayan vacíos o casi.  El objetivo, aparentar que siguen funcionando, para decir que tienen a los empleados trabajando y así poder obtener las ayudas oficiales. Hoy en día vuelos que costaban 500 o 600 dólares, se consiguen por 50 o 60. Aunque esto es un factor de peligro en momentos picos de contagio, lo importante es money, money, como decía el cantante de Cabaret.

Volviendo a la esencia del lenguaje, ¿no sería más correcto decir que United Airlines dejó de percibir miles de millones, y no hablar de pérdidas?

Y ahora vamos al otro lado del asunto, resulta que 90% de los empleados de Disney no perdieron sus empleos, sino que fueron licenciados sin beneficio de sueldo por la empresa. Si esto no es perder el empleo, explíquenme qué es.

El mismo verbo: perder. Se utiliza en un caso en que se trata de victimizar a una empresa y se omite en el caso de los trabajadores para evitar decir la verdad.

Y así todo. La crisis generalizada y las torpezas oficiales en muchos casos, dan pie a la manipulación del lenguaje.  Verbigracia, eso que denominan el aplanamiento de la curva. Una metáfora estadística, con datos ciertos desde luego, pero que permite, a través del lenguaje, tratar de convencer a la gente que la vaina está contenida. ¿Y está contenida? O sencillamente nos están manipulando a través del lenguaje y no nos están diciendo la verdad: que lo que viene es terrible y que los viejos, eufemísticamente señalados como 65+, se van a joder y punto.

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