El odontólogo debe implementar mútiples medidas para propiciar una adecuada prevención y control de la propagación viral

Los odontólogos, como personal de la salud, tienen el deber de pensar siempre en el bienestar de sus pacientes, resguardando también su propia integridad física, debido al alto riesgo que se tiene de contraer cualquier enfermedad al trabajar sobre la cavidad bucal (uno de los principales focos de contagio del ser humano). Este trabajo especial en prevención es de alta importancia y prioridad por la situación de pandemia que actualmente aqueja al mundo. El Grupo de Comunicación Digital El Sumario agradece su oportuna preparación a los doctores Carlos Rauseo, María Elisa Pérez Mukel y Adriana Rodríguez, integrantes del equipo de profesionales de LaplanaBologna.

A continuación su documento:

Nos toca enfrentar una situación que no solo expone nuestra salud, sino también la de nuestro entorno, un nuevo virus que ha causado polémica por convertirse en pandemia, iniciada en China a finales del año pasado (2019)

Este virus fue detectado por primera vez en la provincia de Wuham (China) generando un alto impacto en el personal médico y la población en general, al carecer de conocimiento referente a su origen y tratamiento, y al presenciar la rapidez de su propagación, alcanzando en menos de dos meses a convertirse en una pandemia que afecta a un gran número de países.

Se sabe que el virus ha mutado de una especie animal al ser humano, sin conocer a ciencia cierta de qué animal procede, en las últimas semanas se han identificado dos cepas de 2019n-COV la L (más agresiva) y la S (menos agresiva).

No existen bases que definan el tiempo exacto que puede permanecer el virus en el medio ambiente, pero los pocos estudios disponibles hablan de hasta 6 u 8 horas, incluso podría permanecer activo durante varios días en determinadas superficies. La tasa de mortalidad generada por el virus es de alrededor del 2%, siendo este mayor o menor según la edad y la capacidad inmune del paciente.

Es importante conocer la sintomatología que presenta el paciente infectado, siendo lo más común tos, fiebre, dolor muscular, fatiga y dificultad respiratoria. Y síntomas menos frecuentes como dolor de garganta, congestión nasal, producción de esputo.

Como ya se hizo mención anteriormente, somos parte del personal de la salud que se encuentra más expuesto a contraer enfermedades de este tipo, siendo su principal vía de propagación la cavidad bucal y cualquier contacto con otras superficies mucosas (nasal y ocular). Entendiendo esto, el odontólogo debe implementar múltiples medidas para propiciar una adecuada prevención y control de la propagación viral.

Como recomendación, previo a la atención de cualquier paciente que acude a consulta, se debe realizar una anamnesis específica (conjunto de datos que se recogen en la historia clínica de un paciente con un objetivo de diagnóstico) en relación con determinados aspectos asociados al virus, descartando su probabilidad de portarlo y propagarlo.

  1. ¿Tiene fiebre o la ha tenido en los últimos 14 días?
  2. ¿Ha presentado problemas respiratorios, incluyendo tos, en los últimos 14 días?
  3. ¿Ha viajado o visitado países de riesgo en los últimos 14 días?
  4. ¿Ha estado en contacto con alguna persona con síntomas o confirmación de coronavirus?

Seguidamente se deben establecer barreras de protección y medidas de desinfección, adicionales a las que se realizan de manera rutinaria, así como la implementación de un protocolo de ingreso al área clínica tanto para el paciente como para el personal de la salud, en ellas se incluyen:

a) Es importante prevenir la aglomeración de pacientes dentro de la sala de espera, y eliminar el mayor número de áreas de contacto posibles como revistas y filtros de agua. En el caso de las manillas, estas deberán ser desinfectadas después del ingreso de cada paciente.

b) Previo al ingreso a la sala clínica el paciente debe someterse al cuestionario descrito y a la toma de temperatura corporal así como a la desinfección de sus manos.

Si la temperatura supera los 37.5°C o existe alguna respuesta positiva en el cuestionario se debe advertir al paciente del posible contagio y necesidad de avisar a las autoridades competentes. De solo ser positivo al cuestionario, se debe postergar el tratamiento dental por un mínimo de 14 días.

c) Reforzar el lavado de manos antes y después de cada paciente con agua y jabón, añadiendo luego productos a base hidroalcólicos con al menos 60% o 70%, hasta que el mismo se evapore.

d) Uso de todas las barreras de protección pertinentes:

Guantes, tapa bocas, máscaras de protección, gorro y ropa de trabajo. Es importante recordar que la vida media útil de una mascarilla es aproximadamente de 2 horas, debiéndose cambiar antes del tiempo preestablecido si existe algún riesgo de contaminación por fluidos.

e) Previo al tratamiento se recomienda que el paciente se enjuague con una solución al 1% de peróxido de hidrógeno. Tiene actividad sobre el virus y disminuye la carga viral bucal.

f) Evitar procedimientos con aerosoles.

g) Una vez finalizado el tratamiento, se debe realizar la correcta limpieza y desinfección de todas las superficies de trabajo, incluyendo gavetas y manillas que hayan podido verse afectadas por el aerosol de la turbina, utilizando productos que contengan alcohol (mínimo al 60%) o productos a base de Peróxido de Hidrógeno.

Preventivos, siendo responsables, prestando todos nuestra atención y colaboración como equipo, puede superarse la pandemia.

Publicado originalmente en https://elsumario.com/

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