Margot en la Coupole
En La Coupole, en París, Margot Benacerraf conversa con el realizador Jonathan Reverón mientras Naully Musica recoge el diálogo con su cámara.

Decir que el nuevo documental de Jonathan Reverón es un homenaje a Margot Benacerraf es algo obvio pero no por ello menos importante. Un tributo más que merecido a una creadora singular que ha brindado un legado fundamental, tanto en la pantalla como fuera de ella. Madame Cinéma se construye como un viaje alrededor de una mujer muy especial que desde joven decidió romper los paradigmas artísticos y culturales de aquella época. Un ser humano que ha vivido a su manera, a conciencia y con exigencia.

Hace unos años vi el primer corte del film de Reverón y preví que el resultado final sería interesante. Hace una semana pude ver el final cut de su documental y quedé maravillado con el despliegue de imaginación y vigor con que asume la personalidad de Margot, pues va más allá de la celebración de los 60 años del estreno y los premios de Araya en Cannes de 1959 y se sumerge en una visión totalizadora. Cuando terminé de verla me di cuenta que estaba ante una hermosa lección de cine y de vida. Pues el cine y la vida van más allá de las películas que hizo y los días transcurridos en sus 93 años. Yo resumo Madame Cinéma con una frase: la vida según Margot.

Porque la protagonista es Margot. La de ahora y la de antes. La amiga de Luis Buñuel, Pablo Picasso, Gabriel García Márquez, Miguel Otero Silva, Roberto Rossellini, Henri Langlois, Fernando Trueba, Leonardo Padrón y también de Benito Salazar y Gabriel Agüero en aquel remoto sitio del Oriente venezolano. Reverón filma a Benacerraf en su Caracas de toda la vida, en la París que tanto ha amado y en la Araya donde consagró su obra más importante. La cámara de Nailly Mujica recoge su regreso a La Coupole y su diálogo con un viejo camarero del legendario restaurante parisino, así como el reenccuentro con aquellos ancianos que 60 años atrás eran los jóvenes de las salinas. El realizador venezolano recorre su pasos, su intimidad y ofrece una voz poética sobre su personaje. No describe sino sugiere. El uso de la animación y las marionetas le otorga un matiz expresivo diferente al documental tradicional. Las opiniones de Trueba y de Padrón se enmarcan en un ambiente poco realista pero muy convincente. Reverón se planteó otros retos para comprender el acto creador del cine a patir de las vivencias de una mujer especial.

Quienes hemos compartido algunos momentos de la vida de Margot conocemos su ímpetu creador para enfrentar el arte como cineasta y como promotora cultural. El film de Reverón recorre su tránsito vital desde muy joven, cuando quería ser dramaturga sin sospechar que el cine sería su destino, pasando por el Ateneo de Caracas con María Teresa Castillo, la fundación de la Cinemateca Nacional en 1966, la promoción del audiovisual latinoamericano con el Gabo en Fundavisual Latina, hasta sus recientes aportes a la cultura cinematográfica en la Universidad Central de Venezuela con la Fundación Audiovisual Margot Benacerraf.

Reverón había hecho Don Armando (2011), hermoso socumental sobre Armando Scannone que atrapa y expresa la filosofía culinaria de un personaje también singular en la vida venezolana.  Con Madame Cinéma alcanza unos niveles de mucha altura. Con tales logros, el documentalista venezolano se enfrenta a desafíos importantes.

MADAME CINÉMA, Venezuela, 2018. Dirección y guion: Jonathan Reverón. Fotografía Nailly Mujica. Ilustración: Zeus Marchionda y Yosbel Oropeza. Animación: Ricardo Miranda. Montaje: Carolina Aular. Música: Jhósir Córdova, con la participación de Frank Di Polo y Rubén Riera. Con Margot Benacerraf, Fernando Trueba, Leonardo Padrón, Jonathan Reverón, Benito Salazar y Gabriel Agüero, entre otros. Distribución: Cinematográfica Blancica.






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