Antes, urbe y  campo eran opuestos. La tecnologÃÂa modernizó lo rural y selvatizó a la ciudad. Lo aseguró el brillante escritor mexicano Jorge Volpi, recién invitado a Caracas por La Fundación para la Cultura Urbana. Y si lo pueblerino era atraso por agresivo caudillismo y lo citadinO fue  progreso en convivencia, ya no hay muros. Volpi detalló los diversos miedos que padecen ciertas  sociedades latinoamericanas donde se anulan esas fronteras para estallar en violencia total.
Pero frente a este aterrador  fenómeno, el  arte venezolano reacciona gradual y  positivamente  con mayor  nitidez en su  música, popular y académica. El vocablo “rurbana†puede sintetizar esa mezcla progresiva de folclore con vanguardia. En el área de lo popular, Aldemaro Romero volvió sinfónica y cosmopolita un conjunto de piezas tradicionales desde su Dinner in Caracas. Los maestros Luis Alfonzo Larrain, Juan Vicente Torrealba, Simón DÃÂaz y Alberto Naranjo, entre los pioneros, estilizaron sonidos históricos que motivan a varias generaciones innovadoras hasta hoy. En los años 80 surgieron  los cantautores de la llamada Nueva Música Venezolana de la que formó parte Ilan Chester, quien  ahora, como a su manera lo hace la  joven instrumental Movida Acústica Urbana(MAU), retoma  y refina lo ancestral. Integrando géneros con un equipo muy profesional, reúne artistas consagrados y recientes, especialistas en producción, arreglo, instrumentos, ejecutantes, vocalistas en solos, duetos  y corales, investigación periodÃÂstica y fotografÃÂa, para hilvanar con su afinada voz y versátil  feeling (giro de blues con inflexión del canto sinagogal) el álbum Tesoros de la música venezolana, 6 discompactos: Andes, Caracas, Costas, Lara, Llanos y Zulia. Ahora sÃÂ, la nación es de todos sus paisanos, juntos desde y para cada zona, ciudad y terruño. Unidad frente a la dispersión eliminando el artificio de etiquetas divisorias.
¿Qué permite fusionar originalmente actualizada esta música de regiones, tiempos y estilos  tan distintos?
Ilan, con su reparto, muestra artÃÂsticamente que este paÃÂs por ahora conserva muy renovado el núcleo básico de su esencia sentimental rurbana, representan a una mayorÃÂa capaz de modular alma y paisaje nacionales sin patrioterismo militar ni militante. Es el tesoro de la sonora Venezuela ÃÂntima, joyas de talento y raÃÂz emocional todavÃÂa insobornables