Cocó antes de Chanel 1
Audrey Tautou se posesiona del personaje de Coco Chanel

Curioso intento de biografía cinematográfica que aborda un periodo en la vida de Gabrielle Bonheur, después conocida como Coco Chanel, para exponer la forma en que se forjó su férreo carácter para abrirse paso en una sociedad excluyente y clasista en los albores del siglo pasado. Anne Fontayne, directora y coguionista, propone una suerte de exaltación de la voluntad y el buen gusto en Coco antes de Chanel, gran producción francesa que contó con el respaldo de Warner Bros. El resultado es una film hermosamente producido, correctamente narrado, muy bien interpretado que, no obstante, deja de lado ciertos momentos en la vida pública de un icono de la cultura popular de Francia. Precisamente los más oscuros.

Realizadora de media docena de filmes en los que la figura femenina determina el carácter y el tono de la historia, Fontayne reconstruye en su nueva y más cara película los primeros 30 años en la vida de una chica humilde, huérfana y rebelde que habría de convertirse en la expresión más clásica y elaborada del chic francés a partir de finales de los años cincuenta. De cierta manera, la realizadora justifica la actitud acomodaticia de la joven Coco a partir de su pobreza y de cierta ambigüedad sexual que con el tiempo adquiriría una dimensión muy definida. Actitud que la conduce a actuar en cabarés de poca monta, en el borde de la prostitución, en su búsqueda de la celebridad y el éxito. Con la espléndida fotografía de Christophe Beaucarne, que debe mucho a Monet, elabora su inserción en la vida del millonario Étienne Balsan y en su casa en las afueras de Paris, como formulación de un tipo de existencia ambicionada pero al mismo tiempo despreciada. La relación de amistad y rechazo que experimenta hacia Balsan es otra manifestación de su ambigüedad existencial. Ama el confort de la burguesía pero rechaza sus valores morales. Sin embargo, ella misma es la protagonista de una postura oportunista que la encarcela entre las paredes y los jardines de esa inmensa casa. Coco necesitaba a Balsan, como necesitaba el favoritismo de la bella, popular y algo vulgar actriz Emilienne d’Alençon para adentrarse en el mundo de las mujeres ricas capaces de pagar pequeñas fortunas por sus sombreros. El origen del imperio Chanel estuvo signado por el oportunismo y el acto complaciente.

Es comprensible que Fontayne haya evitado ocuparse de los años de gloria de Coco  Chanel, figura pública que vivió hasta 1971 tras construir un verdadero imperio de la elegancia y el lujo, es decir, una creadora extremadamente conocida. Es comprensible, así mismo, que haya centrado su visión sobre los primeros años de su vida y la conformación de su actitud creadora en un mundo muy adverso. Al fin y al cabo el film se titula Coco antes de Chanel. Lo que en definitiva no suena comprensible es que haya evitado referirse a los años oscuros del colaboracionismo de ciertos sectores franceses ante la ocupación nazi, durante los cuales Coco Bonheur, devenida en Chanel, ocupó puestos y momentos estelares. El mismo oportunismo que  demostró por Balsan es el que desplegó ante los jerarcas nazis y sus esposas. Tampoco puede olvidar la realizadora que tras la derrota de Alemania, la sociedad francesa repudió a la diseñadora y que hubo de pasar poco más de una década para que su trabajo fuese aceptado de nuevo. La escena final del film, con el desfile que marcó su consagración en Paris, hacia 1958, expresa su satisfacción ante la conquista del éxito, pero también se salta olímpicamente el periodo de colaboracionismo, primero, y repudio social, después, del que fue personaje central.

A pesar de esta seria deficiencia, Coco antes de Chanel, ostenta el trabajo interpretativo de Audrey Tautou, quien se adueña de su personaje de manera profunda y a la vez contradictoria, pues le imprime un tono romántico que se desmorona tras la previsible muerte de su amante Arthur “Boy” Capel, tal vez el único atisbo de amor que sintió la entonces promisoria Chanel. La secunda el muy eficiente Benoît Poelvoorde como Étienne Balsan, hombre que perfila sin querer la vocación de su “”protegida”. El norteamericano (a pesar de su nombre italiano) Alessandro Nivola da vida a Arthur Capel, un personaje más bien flojo y poco desarrollado que parece más un requisito romántico que expresivo. Fotografía. Música. montaje, dirección de arte, banda sonora y escenografía se conjugan para levantar un espectáculo que tiene mucho de gran producción comercial y de reafirmación de un icono de la cultura francesa. Lástima que el guión y la realización escamoteen rasgos esenciales del personaje.

COCO ANTES DE CHANEL (Coco avant Chanel), Francia, 2009. Dirección:  Anne Fontaine. Guión: Anne y Camilla Fontaine, basado en el libro de Edmonde Charles-Roux. Producción: Carolina Benjo, Philippe Carcassonne, Carole Scotta. Fotografía: Christophe Beaucarne. Música: Alexandre Desplat. Elenco: Audrey Tautou, Benoît Poelvoorde, Alessandro Nivola, Marie Gillain, Emmanuelle Devos y Régis Royer. Distribución: Warner Bros.

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