Las horas más oscuras
La caracterización de Oldman como el líder político es sorprendente.

Wiston Churchill, una de las figuras más admiradas y a la vez más controvertidas de la historia polí­tica del siglo XX, ha devenido en un referente cinematográfico de los últimos años. Lo encontramos en distintas versiones, entre las cuales destacan la serie de televisión The Crowd de Netflix, la producción británica Churchill, de Jonathan Teplitzky, con la actuación de Brian Cox, y ahora en Las horas más oscuras, quizá la más acertada visión de un hombre que a sus sesenta y seis años recibe del rey Jorge VI, en mayo de 1940, la misión de salvar a Reino Unido (y a toda Europa) del apabullante dominio nazi. Este es el punto de partida de un film que atrapa la atención del espectador desde el principio y lo conduce a través del desarrollo de un dilema polí­tico fundamental en aquellas horas tan oscuras.

En 1940 Churchill es designado Primer Ministro británico en un momento realmente crucial de la Segunda Guerra Mundial. Las tropas nazis avanzan devastadoras, conquistan la totalidad del continente europeo y amenazan con una invasión a Inglaterra. A Churchill se le plantea entonces explorar la posibilidad de un tratado de paz con Alemania, o ser fiel a sus ideales y luchar por la liberación de Europa. De hecho, el conflicto dramático principal de Las horas más oscuras se halla en una operación militar que requiere una decisión política.  Y de un líder.

El realizador inglés Joe Wright —Orgullo y prejuicio (2005), Expiación, deseo y pecado (2007), Anna Karenina (2012)— y su guionista neozelandés Anthony McCarten —La teorí­a del todo (2014)— eligieron un lapso crí­tico de la Europa humillada por el nazismo para adentrarse en la personalidad de un hombre contradictorio, egocentrista, caprichoso y furibundo que enfrentó la corrección política de la época para construir una gesta heroica del pueblo británico. Es la historia de una crisis personal y también colectiva. Un momento de grandes dudas. Churchill no era un político popular pero se convirtió en el polí­tico necesario, que es mucho más importante, en el lí­der que no solo luchó internamente contra los miembros de su Gabinete de Guerra sino contra sus propias dudas.

En el fondo de la historia surge el debate sobre la negociación en condiciones adversas ante un sátrapa sin escrúpulos, que era la posición de Chamberlain y Halifax, y la defensa de una tradición histórica que se niega a morir, representada por ese nuevo Primer Ministro. Pero sobre todo, se trata sobre la búsqueda del apoyo institucional, por una parte, y del apoyo popular, por la otra. Lo que estaba en juego era el futuro de Inglaterra y de Reino Unido. Fue un momento muy difícil para Churchill y no fue el único, como indica la historia.

Gary Oldman realiza la mejor actuación de su extensa, variada y poco convencional carrera como artista de la escena, la televisión y el cine. Su caracterización como el líder polí­tico es sorprendente. Se apropió del personaje y lo fue ‘destilando’ poco a poco hasta construir un edificio dramático como pocos. Es difí­cil reconocer a Oldman dentro de su Churchill, pero se siente una presencia ineludible. A su lado se encuentran figuras centrales como Kristin Scott Thomas, Ben Mendelsohn, Stephen Dillane y otras figuras notables de la escena británica.

La última secuencia es memorable, tanto por su valor histórico como por la espectacular puesta en escena que Wright, su director de fotografí­a, el francés Bruno Delbonnel, su editor, el italiano Valerio Benelli, y su actor principal, el inglés Gary Oldman, convierten en una verdadera declaración polí­tica. A favor de los principios fundamentales de la democracia. El encuentro de Churchill entre la consulta popular y el apoyo de la institucionalidad termina marcando la ruta de un proceso de resistencia que concluirí­a cinco años más tarde.

LAS HORAS MÁS OSCURAS (The darkest hour), Reino Unido, 2017. Dirección: Joe Wright. Guion: Anthony McCarten. Producción: Tim Bevan, Lisa Bruce, Eric Fellner, Anthony McCarten, Douglas Urbanski. Fotografía: Bruno Delbonnel. Montaje: Valerio Benelli. Música: Dario Marianelli. Director de Arte: Sarah Greenwood.  Elenco: Gary Oldman, Ben Mendelsohn, Stephen Dillane, Kristin Scott Thomas, Lily James, Jordan Waller, Brian Pettifer, Richard Lumsden, Philip Martin Brown, Angelique Joan. Distribución: Bolí­var Films.

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