Arte urbano Chacao
‘Caracas’ está allí, en Chacao, en un espacio cultural reconocido y con un alto tráfico de personas.

El llamado arte urbano ha dejado ser una manifestación local y marginal en las grandes ciudades del mundo. Cierto, no es un arte nuevo pues desde la última décadas del siglo pasado las paredes de Londres, Nueva York, Madrid, Tokio, Nápoles, Buenos Aires ha sido ataviadas por el trabajo de colectivos o de individualidades. Dejaron de ser ‘grafiteros’ para devenir en artistas de los espacios públicos. No se trata de un juego pictórico caprichoso sino de una expresión plástica con valor propio, que a veces tiene vidas efímeras y en otras oportunidades permanecen como los rostros de la ciudad. Los muros caraqueños no han escapado de esta tendencia.

El trabajo que pudimos apreciar en las paredes del patio del Centro Cultural Chacao —bajo el escueto titulo de Caracas— constituye una propuesta muy particular que parte del nombre de la ciudad que lo inspira —gracias a la interpretación espacio-temporal de las letras que conforman u nombre— para expresar su tránsito histórico. La tipografía adquiere relieve expresivo —junto al uso del color— con respecto a los cuatro siglos de registro caraqueño.

La obra se expone en Chacao como ganadora del concurso convocado por el British Council, a través de su programa Busca tu espacio, en alianza con la Asociación Civil Collectivox y con el apoyo financiero de la Unión Europea. Caracas es la creación de Limones Crew, un grupo de artistas que en la última década ha indagado las posibilidades de la tipografía. Lo ha hecho con un criterio visual que va más allá de la rebeldía de los primeros grafiteros históricos —que preferían el desamparo de las calles a la comodidad de las salas de exposición tradicionales— para instalar una forma de recuperación de los muros de la ciudad. Su trabajo se integra a los espacios públicos de la urbe, los rescata para el ciudadano, los enriquece para el disfrute de todos.

Fios (Carlos Flores), Naws (Richard Muñoz), Peah (Hugo Carrasco) y Dork (Jason Pacheco), conceptualizaron y ejecutaron el mural que Chacao propone a todos los ciudadanos de Caracas. El grupo ha desarrollado un estilo propio que piensa y trabaja la tipografía, sobre la base de conceptos y definiciones surgidos de la caligrafía como expresión cultural en sí misma.

Según confesaron en su momento sus creadores «el proceso creativo del mural tuvo tres etapas. En la primera nos dedicamos a la investigación sobre la tipografía característica de cada siglo, así como también sobre la tipografía decorativa, fantástica y experimental, mientras que en la segunda planteamos ideas y en la tercera conceptualizamos colores y materiales».

Caracas está allí, en Chacao, en un espacio cultural reconocido y con un alto tráfico de personas. Un municipio que hoy por hoy conforma el corazón de la ciudad, con accesos del Metro para todos. Desde sus muros convoca a un hermoso homenaje a la urbe del valle.

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