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‘Masters of Sex’ muestra de forma ejemplar esta historia.

Del griego ὀργασμός, la palabra orgasmo viene a nuestras cabezas de diferentes maneras. La RAE define al orgasmo como ‘la culminación del placer sexual’.

Hoy, en www.enter.co, quisimos interrogarnos acerca del momento en el que el orgasmo se convirtió en un tema central para la ciencia y la forma en la que fue abordado por los doctores William Masters y Virginia Johnson, grandes contribuyentes en este campo. A su memoria y aportes está dedicada una excelente serie en Showtime llamada Masters of Sex, en la que se puede ver de manera extraordinaria la forma en la que empezaron a estudiar el orgasmo y las dificultades que tuvieron que enfrentar a su paso.

Antes de Masters y Johnson

Uno de los primeros pensadores del siglo XX que le dio importancia al orgasmo fue Sigmund Freud. Así lo dejó consignado en su obra Más allá del principio de placer de 1920. De hecho, Freud se convertiría en una fuerte referencia para el equipo Masters y Johnson. Los doctores, sin embargo, contradijeron algunas de sus teorías al respecto, pues Freud era de los que veían la sexualidad de la mujer a imagen de la del hombre, analizando a las mujeres como sexualmente pasivas y asegurando que ellas asumían el sexo simplemente porque querían hijos, mas no por una cuestión de placer.

Avanzando un poco en el tiempo, antes de que la atención estuviera en el equipo Masters y Johnson, otro de los grandes contribuyentes al tema fue el profesor de biología Alfred Kinsey, quien fundó en 1947 el Instituto de investigación del sexo en Indiana. Su método consistía en entrevistas y cuestionarios a diferentes hombres y mujeres, con el fin de aprender distintos tipos de comportamientos sexuales.

William Masters y Virginia Johnson

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A partir de la década de los cincuenta, Masters y Johnson empezaron a reclutar a hombres y mujeres para analizar su respuesta sexual. El método consistía en mezclar un cuestionario (al estilo Kinsey) con la observación sexual directa que incluía diferentes tipos de estimulación como la masturbación, el acto sexual con otra persona o la estimulación de los pezones.

Para estudiar este tipo de estimulaciones, Masters inventó el famoso Ulysses, un vibrador que tenía instalada una cámara diminuta y podía capturar desde adentro la respuesta sexual de las mujeres. Tras sus análisis, el equipo Masters y Johnson logró diferenciar cuatro fases de respuesta a la estimulación sexual: excitación (comienzo), meseta (excitación plena pero todavía no el orgasmo), orgasmo (la fase más corta en donde las mujeres experimentan contracciones rítimicas en los músculos vaginales) y resolución (después del orgasmo, donde los cambios fisiológicos vuelven a la normalidad).

Según los investigadores, la excitación provoca muchos cambios en las mujeres, como el aumento del rimo cardíaco y la presión arterial, la respiración más agitada, la hinchazón del clítoris, la expansión de los labios vaginales, aumento de la lubricación, así como la sensibilidad en los pezones.

Otros aportes a la ciencia

De acuerdo con el sitio de investigación Psychological History of Women, Masters y Johnson hicieron mucho más que diferenciar estas cuatro etapas. Algunas de sus contribuciones más valiosas son, por ejemplo, haber estudiado de manera exhaustiva la sexualidad de la mujer por primera vez, mencionando el hecho de que la mujer podía alcanzar el orgasmo sin necesidad de la estimulación sexual del hombre, y estaban en desacuerdo con la idea de que la sexualidad de la mujer era un reflejo de la sexualidad del hombre.

También identificaron en las mujeres la capacidad de ser multiorgásmicas (a diferencia de los hombres), así como el hecho de que las mujeres tengan problemas a la hora de alcanzar el orgasmo durante el acto sexual. En promedio, encontraron que 50% y 60% de las mujeres estudiadas no lograban llegar al orgasmo. Ellos relacionaban esto con ansiedad, falta de comunicación en la pareja, baja autoestima y desconfianza

También desmintieron el mito del pene pequeño, sugiriendo incluso que un pene pequeño permite una penetración más fácil, lo que acelera el ciclo de la respuesta sexual.

El resto de su carrera

Sus libros Human Sexual Response y Human Sexual Inadequacy se convirtieron en best sellers causando la atención de los medios y del público en general. En la década de los sesenta, el equipo instauró la fundación de investigación de la reproducción.

Para cerrar, algunos números interesantes que descubrimos a través de esta línea del tiempo que hizo Showtime en honor a su serie Masters of Sex son:

-50% de las mujeres dijo haber fingido un orgasmo, al menos una vez.
-2 veces a la semana es el promedio que las parejas en Estados Unidos tienen relaciones sexuales.
-14,9 cm es el tamaño promedio de un pene erecto.
-15 minutos es el promedio de tiempo del ‘juego previo’.
-10 minutos es el promedio del coito.

Imágenes: Masters of Sex (vía Facebook).

*Publicado originalmente en www.enter,co.

Masters&Johnson:cómo el orgasmo se volvió importante para la ciencia

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