Reflejos en un ojo dorado
‘Reflejos en un ojo dorado’ se exhibirá el 1 de noviembre en los Sábados Selectos del Cinecelarg3, a las 3:00 pm. Entrada libre.

Sinopsis. La acción transcurre en una base militar situada en Georgia, en el sur de los Estados Unidos. Cerca viven los oficiales, entre ellos el comandante Penderton y su esposa Leonor, un matrimonio no muy bien avenido: la mujer engaña al marido con el coronel Langdon; mientras, el comandante intenta superar la situación impartiendo clases en la academia.

Comentario de Jacobo Penzo. Este film de 1967 se ambienta en la apacible rutina de una base militar en el sur estadounidense. El aparente aburrimiento que acosa a los oficiales, aislados en un lugar remoto es la atmósfera engañosa bajo la que bulle un torbellino de sentimientos extremos que culminarán en tragedia. Hemos de señalar que siempre nos ha parecido este film singular y denso, una obra de un erotismo sobrecargado. En él se nos presenta un conjunto de personajes cuyas pulsiones sexuales —voyeurismo, sadismo, impotencia, homosexualismo oculto— son difíciles de encontrar juntas en un solo espacio. Carson Mc Cullers —la brillante escritora, autora del relato— lo justifica utilizando un escenario castrense, en un lugar lejano donde los hombres -quienes ocupan el primer plano del escenario- se ven obligados a hacer explicitas las tendencias ocultas en sus vidas cotidianas.

Viéndolo a la distancia, es un film en el que reina un principio incluso anterior y más restrictivo que el ‘no preguntes, no digas’ (don’t ask, don’t tell) establecido durante el gobierno de Bill Clinton en 1993. Hoy el asunto tendría menos dramatismo, tanto ha cambiado la tolerancia del ejército hacia las tendencias sexuales de sus integrantes. Pero aquél era el tiempo del machismo duro, en el cual un homosexual oculto como el personaje de Marlon Brando era como el ratón en su trampa, al haber elegido la peor profesión para un hombre con sus tendencias. Para mayor tortura tiene una esposa —Elizabeth Taylor— algo obesa pero con una libido a flor de piel, que lo engaña y lo reta y es a la vez objeto del deseo de un soldado raso obsesionado con sus rotundas formas. Como en una seguidilla de erotismo puro, el soldado será objeto del seguimiento de Brando, quién se prenda de él, después de verlo desnudo.

Los militares y sus esposas están rodeados de caballos, y son estos animales los que sufrirán la ira del marido impotente, a quien un corcel desbocado hace estallar en furia sádica contra el animal. Como se ve en este muy conciso recuento, se trata de un relato denso y erotizado al extremo, en el cual las tensiones sexuales se encadenan e intercambian y nos llevan, con una lógica sadiana a un final violento.

Se ha dicho que si los hombres se entregaran libremente a satisfacer sus deseos sexuales la civilización desaparecería. Hay que saber también que la represión, base de nuestra sociedad, a veces no logra cumplir sus supuestos nobles objetivos y el instinto erótico desvía su flujo hacía la destrucción. Al ver insatisfecho su anhelo el oficial acabará con el soldado y la esposa infiel será el testigo de la ruptura definitiva de esta cadena de deseos frustrados.
Reflejos en un ojo dorado se exhibirá el 1 de noviembre en los Sábados Selectos del Cinecelarg3, a las 3:00 pm. Entrada libre.
REFLEJOS EN UN OJO DORADO (Reflections in a Golden Eye) EE.UU, 1967. 108 minutos. Director: John Huston. Guión: Gladys Hill, Chapman Mortimer y Francis Ford Coppola, sobre la novela de Carson McCullers. Música: Toshiro Mayuzumi. Fotografía: Aldo Tonti. Reparto: Elizabeth Taylor, Marlon Brando, Brian Keith, Julie Harris, Robert Forster, Zorro David, Irvin Dugan, Fay Sparks, Ed Metzger, Ted Beniades, Jed Curtis. Productoras: Warner Bros. Pictures y  Seven Arts.

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