La casa del fin de los tiempos

Más allá de la competencia entre el cine colombiano y el venezolano, en la que triunfó La casa del fin de los tiempos, de Alejandro Hidalgo, lo más importante de esta tercera edición del Festival Binacional de Cine Colombia-Venezuela reside en la capacidad de establecer identidades comunes de uno y otro lado de la frontera. Cúcuta y San Cristóbal se convierten en los espacios de la reafirmación de una fluidez de relaciones entre los dos países. Sobre todo porque quienes eligen las películas triunfadoras son los espectadores. Votan colombianos y venezolanos, manifiestan sus gustos y preferencias, determinan las tendencias fílmicas y reconocen los logros de nuestros cineastas.

Este año la venezolana La casa del fin de los tiempos resultó la mejor película y el film colombiano El faro, de Luis Fernando Bottia, obtuvo una mención especial. Hidalgo, además fue elegido como mejor director y la también venezolana Patricia Ortega se alzó con una mención especial en este renglón por El regreso, que acaba de ganar en el Festival del Cine Venezolano, en Mérida. Como mejor actor surgió el niño Rosmel Bustamante por La casa del fin de los tiempos y las menciones especiales fueron para Andrés Castañeda por El faro y Rudy Rodríguez por su trabajo en el film de Hidalgo. De las once piezas en competencia, estas tres fueron las más aplaudidas.

El festival fue posible gracias a la labor de la Fundación para el Desarrollo de las Artes y la Cultura (Fundearc), el Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, las Embajadas de Colombia en Venezuela y de Venezuela en Colombia, los Ministerios de Cultura de ambos países, la Universidad de los Andes, las gobernaciones del Norte de Santander y el Táchira y las alcaldías de Cúcuta y San Cristóbal.

 

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