Soñar no cuesta nada 1La realidad supera a la ficción y por ello, Rodrigo Triana, el director de Soñar no cuesta nada (2006) llevó al cine la historia real de unos soldados colombianos que, luego de encontrar dólares enterrados por la guerrilla en la selva, iniciaron una vida dispendiosa, al no reportar dicho hallazgo. Cuarenta y seis millones de dólares son los culpables de que Porras (Manuel José Chávez), Venegas (Juan Sebastián Aragón), Lloreda (Diego Cadavid) y Perlaza (Carlos Manuel Vesga), entre otros, hayan cedido a la tentación de guardar en secreto (y sobre todo en sus bolsillos) la plata que pensaron resolvería sus problemas.

La vida dura y pesada de los militares debido a una guerra interna que se vive en el vecino país desde hace años, es contada con humor e ironía, y un tono agridulce que, a pesar de lo trágico, da risa. Este film de 2006, que se presentó en el Festival de Cannes, brinda la oportunidad al espectador de acercarse al lado humano de hombres que viven circunstancias precarias: permanecer meses en la Selva sin comer bien, sin dormir, arriesgando la vida.

Sin embargo, el enfoque del director, no fue el drama: «La gente estaba cansada de las mismas historias, es una película que gusta por su trama surreal contada de manera divertida», dijo Triana en una entrevista.

Sin proponer juicios morales, sin pretensiones éticas, Soñar no cuesta nada, narra hechos y muestra a los personajes, nada más. Las conclusiones las puede sacar cada uno individualmente al ver la película. Sin embargo, el tono risueño del que se vale Triana, también conocido por Como el gato y el ratón (2002), no significa que el film carezca de profundidad, Por el  contrario, toma un cariz que hace mucho más cercana una problemática que en efecto ha perjudicado a mucha más gente de la que podemos imaginarnos.

Escenas absurdas, y hasta musicales, logran mantener al espectador cautivo, entretenido, y eso es supremamente importante, pues las películas que más recordamos (al menos en mi caso) son aquellas con las que más nos hemos divertido.

El cine nos da orden, ayuda a poner en perspectivas las historias ajenas, que, de seguro, podrían tener que ver con alguno de nosotros. “Es al espectador y no a la vida, a quien refleja realmente el arte” escribió Oscar Wilde. Quizás con el cine eso también aplica, buscamos identificación, y en América Latina, donde el humor es un elemento inherente al carácter de los que la habitamos, no podemos dejarlo de lado.

Marlon Moreno también actúa en este film colombiano.

Calificación: 08/10

* Cortesía de http://www.luisauguetoliendo.com/

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