Botas militaresCon las bayonetas todo es posible, menos sentarse encima”

                                                                                                               Charles Maurice de Talleyrand.

La sociedad venezolana no es de constante antimilitarismo ya que su historia republicana se fundamentó en un Libertador militar de rango continental, muy hábil y valiente estratega durante su actuación guerrera independentista. Pero tampoco es radicalmente militarista porque ese mismo Simón Bolívar que la liberó del yugo colonial, en sus escritos y acciones, salvo en casos de emergencia bélica, fue un político ilustrado, civilista convicto y confeso: Maldito el soldado que apunta contra su pueblo.

Nuestros eruditos y capaces historiadores han mostrado cómo durante doscientos años de República, en cada momento crítico decisivo, cuando chocan estas fuerzas polarizadas de extenso catálogo en guerras fratricidas llamadas “civiles” (¿?) disuelven el conflicto parcial o finalmente, con pragmáticos acuerdos cívico-militares.

Esa fórmula también obedece a que por su compleja naturaleza étnica y de geografía el venezolano llano, del pueblo humilde, ese que fue “pata en el suelo” durante la hazaña libertadora muy bien dirigida, luego fue  un soldado, díscolo, libertario, reactivo, indisciplinado, parejero y dado al impulso de lo que el general Francisco de Miranda resumió en su exclamación: “bochinche”,

Historia conocida pero urge recordarla hoy. El estadista Rómulo Betancourt y su partido político fundacional Acción Democrática captaron a fondo ese fenómeno. De allí los acuerdos en la Revolución de Octubre 1945 y el 23 de enero 1958, que a mediano y largo plazos permitieron por fin la gestación de una República Constitucional civilista con el Pacto de Punto Fijo.(Octubre del 58) destinado a crear los previos tornillos legales de freno antigolpista contra la unión de la tradicional derecha castrense con el primitivo caudillismo, tantas veces representado en un solo individuo, pero en ese momento del Enero decisivo, figura colectiva desde un pequeño sector militar aliado con la izquierda castrocomunista, ambos responsables de la guerrilla rural y el terrorismo urbano, hora  magistralmente narrada en1969 por Adriano González León en su novela País portátil.

Y así, en 1959, con la nueva Constitución, las Fuerzas Armadas Nacionales se civilizaron como un organismo defensor de la democracia representativa que los profesionalizó mediante ciertos privilegios a saber, cursos de mejoramiento,facilidades para vivienda, alimentación y salud, sin arruinar al país, manejando sus recursos con capacidad administrativa bajo contralorías. Y lo màs importante, se mantuvo su estatus de la no práctica en militancia política partidista, por lo tanto de no votantes y siguió como institución garante en la correcta marcha de los actos electorales.Condiciòn certera y prudente, que por desgracia  no se preservó en la Constitución Bolivariana de 1999 y es la causa central para que se ideologizara al servicio de este régimen. Ha sido el mayor de los daños ocasionados al joven y frágil sistema democrático venezolano.

El delirante y resentido teniente coronel Hugo Chávez y su camarilla subversiva en pacto con la mezcla de inmaduros, impacientes grupos populares, políticos y financieros, usando por quince años la tramposa maquinaria electoral fraguada  por el experto militarismo cubano, regresaron el paìs moderno al caudillista y montonero del siglo XIX bajo siglas del XXI y la clara amenaza de su “Revolución pacífica pero armada”. Su saldo de tres lustros: multiplicados criminalidad, desnutrición, analfabetismo disfuncional en todo nivel gobiernero, desempleo, ruina económica del Estado, miedo servil ante las botas de un cogollo militar ignorante, ambicioso, corrupto, con derivaciones en milicias, pranes, colectivos, guardia nacional, cuerpos de seguridad y grupos civiles complicitados con delincuencia y narcoguerrilla, dirigencia pretoriana capaz de vender la reserva material de la naciòn, su oro, petróleo, suelo y lo peor,la población popular transformada en masa de mendigos y saqueadores. Caos total.

Por ahora, queda el próximo voto del 8 D, mejor vigilado y defendido, para que una abundante pero enmudecida FAN, también puro pueblo, aún no manipulada, que se respeta y quiere un paìs independiente, pueda pactar de nuevo con la creciente mayoría venezolana del 14 A,  pues rechaza ser esclava colonial de un cuartel castrochavista y necesita una transición conjunta para recuperar sus originales, dignos deberes y derechos de ciudadanía nacional y democrática por ley.

Evidencia neta, tonta ilusión o media verdad en susurro. ¿Quién lo sabe? De tu voto depende.

alifrei@hotmail.com

 

 

 

 

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