‘El olvido que seremos’ es un film sobre la fuerza irreprimible de la memoria.

Una de las virtudes fundamentales de El olvido que seremos —lo más reciente de Fernando Trueba— reside en una rara doble condición que pocas películas logran alcanzar cuando adaptan novelas famosas: fidelidad al sentido literario original y autonomía creadora en el lenguaje del cine. Para disfrutarla el espectador puede haber leído —o no— el libro de Héctor Abad Faciolince que recoge de forma muy personal un periodo de la violencia histórica colombiana, a partir del asesinato —el 25 de agosto de 1987, en Medellín— de su padre: el médico y líder social Héctor Abad Gómez. Así como muchos lectores esperaban verla en la pantalla, ahora otros tantos correrán a leerla después de ver el film.

Editada en 2005 por Planeta Colombiana, El olvido que seremos se convirtió en un éxito inmediato con cuarenta ediciones sucesivas en varios países hispanohablantes y con traducciones al alemán, inglés, francés, italiano y otras lenguas. Casi dos décadas después del homicidio del médico paisa, su hijo —quien ya había publicado cuatro novelas y varios volúmenes de relatos— asumió el reto de contar ese crimen desde una perspectiva personal y familiar sin perder el contexto social y político de entonces.

El propio autor colombiano consideraba muy difícil su adaptación y el realizador español se había resistido a hacerla. Pero la gente de Caracol Televisión logró convencer el director y guionista David Trueba, hermano menor de Fernando, de escribir una primera aproximación. A partir de allí comenzó un proyecto que se convirtió en un film que debió haberse estrenado en la Sección Oficial de Cannes del año pasado —que como se sabe fue pospuesto por la pandemia— y cerró fuera de concurso el Festival de Sebastián a finales de año. A comienzos de 2021 se alzó con el Goya como mejor película iberoamericana.

Trabajar cinematográficamente un personaje de esa dimensión supuso un reto no solo para ambos Trueba sino fundamentalmente para Javier Cámara, sin duda uno de los grandes intérpretes de la escena española actual. El Gómez Abad de Cámara no solo es verosímil sino conmovedor. Lo construye a partir de sus gestos, sus miradas, sus frases, su acento paisa. Constituye el pilar humano del film, tal como lo es en la novela. Es un abierto homenaje de un hijo a una figura pública sin incurrir en la banalidad o la sensiblería.

Pero más allá de esa comprensión del personaje, Trueba logró expresar el clima político de la Colombia de los setenta y ochenta, dominada por la violencia de la guerrilla y también la del narcotráfico. Surge un dibujo preciso del conservadurismo social y religioso de la época. Tanto el guion como la dirección destacan el valor de este médico antioqueño con clara concepción de sus responsabilidades públicas y de pertenecer a una élite liberal que buscaba enfrentar problemas centrales: la superación de la pobreza, la integración social, la democratización de la educación y la salud, entre varios asuntos más. Deudas que aún persisten, por cierto. Para unos era un comunista y para otros un conciliador de la derecha.

Hay que destacar el trabajo en la fotografía de Sergio Iván Castaño que combina blanco y negro y color, el cuidadoso montaje de Marta Velasco, la música de Zbigniew Preisner y las actuaciones de Aída Morales, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego, Sebastián Giraldo, Whit Stillman, entre otros.

El olvido que seremos es un film sobre la fuerza irreprimible de la memoria. Busca rescatar con el recuerdo la presencia de un hombre bueno, que hizo el bien, que comprendió los deberes y quereres de su vida y que asumió el riesgo que corría. Todo el mundo sabe que a Gómez Abad lo mató el sicariato. No hay sorpresas. Pero mantiene el interés del espectador sobre las razones de ese asesinato.

Por cierto, en 2015 se estrenó Carta a una sombra, excelente documental sobre el médico paisa que hicieron Miguel Salazar y Daniela Abad, hija de Héctor Abad Faciolince, sobre la novela de su padre.

EL OLVIDO QUE SEREMOS, Colombia, 2020. Dirección: Fernando Trueba. Guion: David Trueba, sobre la novela de Héctor Abad Faciolince. Fotografía: Sergio Iván Castaño. Montaje: Marta Velasco. Música: Zbigniew Preisner. Elenco: Javier Cámara, Aída Morales, Patricia Tamayo, Juan Pablo Urrego, Sebastián Giraldo, Whit Stillman.

 

 


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