En enero del 2009 fue invadida por la barbarie oficialista de sus ‘colectivos’ la más antigua sinagoga sefardita de la capital ubicada en el popular sector de Maripérez.

En 1967 el intelectual papa Pablo VI declaró al 1 de enero como Día Mundial de la Paz y justo un año después, la Iglesia católica, religión oficial de Venezuela, invitó a miembros de las diferentes religiones a celebrar ese decreto.

Gran número de las convocadas acudió al pontificio llamado y la comunidad judía venezolana se hizo presente a través del rabino Pynchas Brener, quien a 53 años del suceso, es ahora el embajador de Venezuela en Israel, electo por el legítimo gobierno interino presidido por el ingeniero Juan Guaidó.

Aquel primer día de 1968, Carlos Acedo Mendoza, secretario de la Comisión de Justicia y Paz de la Iglesia, impresionado por la respuesta positiva de tantos presentes, los invitó a reunirse para activar pasos adicionales que concretaran la aspiración del Estado Vaticano. Meses más tarde, el grupo decidió independizarse de la Iglesia católica incluyéndola para fundar el Crisev (Comité de Relaciones entre Iglesias y Sinagogas Establecidas en Venezuela), organismo que reúne a los delegados de todos los credos instalados en el país. Lejos de configurar un foco teológico, mucho menos de adoctrinamiento ideológico, se fundó como ejemplo de encuentro entre distintos que tienen el común  objetivo  de fomentar la paz entre diferentes creencias que se respetan a fin de colaborar en  programas de asistencia social. A su primer presidente, el obispo anglicano Hayden Jones, en representación de los cristianos protestantes, lo siguió el rabino Brener quien continúa en el cargo. De rareza acudió y sólo al principio el convocado representante musulmán.

Resultaron muy importantes la presencia continua de invitados especiales, entre ellos el Dalai Lama y otros dignatarios religiosos. Cuando el papa Juan Pablo II visitó a Venezuela se reunió con sus miembros en el Palacio del Nuncio Papal y en sus palabras destacó al pueblo judío como su “hermano mayor”.

El clima político revolucionario no favoreció la continuación sistemática de aquella meta. Hubo la insistencia abiertamente injerencista de José Vicente Rangel en todos sus cargos desde la más alta dirigencia castrochavista, para convencer a sus directivos y presentar al Crisev como institución afiliada a su gobernanza de turno, intento que resultó estéril. Es la clase de maniobras vigentes como sucedió hace días en el evento beatificador del doctor José Gregorio Hernández cuando la plana mayor militar y civil del hamponato en el poder, comulgó en escena teatral de doble mascarada buscando el perdón de sus pecados de lesa humanidad a través de posibles, actualizadas bulas papales .Pero todavía existen algunos espíritus que ni se compran ni se venden.

En enero del 2009 fue invadida por la barbarie oficialista de sus ‘colectivos’ la más antigua sinagoga sefardita de la capital ubicada en el popular sector de Maripérez, reliquia arquitectónica de la ciudad a pocos metros de, para aquella fecha, la recién  inaugurada Mezquita principal .

En octubre del 2013 hubo una sesión de seis horas con Jorge Urosa, Arzobispo de Caracas y el tema del encuentro fue Decencia. Este último año se han reunido con renovado entusiasmo para preparar la próxima temática cuyo concepto será Responsabilidad.

Quién sabe si el Crisev pueda servir ahora de modelo a una oposición fatigada y manipulada, lo que a la vez ha permitido su casi total fragmentación de partidos políticos maquiavélicamente partidos en pedacitos por el régimen pues dividir para reinar ha sido y sigue siendo un arma muy eficaz de poderes imperiales, autocracias, tiranías y regímenes totalitarios. Hasta el punto de convertir a nuestra disidencia partidista formal —despojada de sus nombres originales y de todos sus derechos constitucionales— en el ruinoso vestigio de un pasado democrático construido a duras penas durante el pérezjimenismo por una insobornable, unida, sufrida y tenaz oposición política desde el  exilio y la clandestinidad

De repente, los espíritus religiosos —variados pero en unión de propósito— logran vigorizar a cortados cuerpos y mentes, aptos para sumisión parcial o total bajo hipnosis militarista. Históricamente, a veces los milagros, humana y sabiamente trabajados, pueden darse a plenitud.

alifrei@hotmail.com

 

About The Author

Deja una respuesta