Las baterías están dirigidas a someter las ONG que el gobierno supone opositoras.

Luego de haber inhabilitado a los partidos políticos, enviar al exilio a numerosos de los más activos dirigentes, reducir a su mínima expresión el movimiento sindical y algunos de los gremios más importantes del país, y silenciar al movimiento estudiantil a través de una represión implacable, el régimen volvió a colocar en la mira telescópica a las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), símbolo en cualquier sociedad democrática del grado de profundidad alcanzado por la organización autónoma de los ciudadanos.

El mecanismo adoptado fue expedito y lapidario: emitió un decreto que obliga a las ONG a registrarse ante la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y el Terrorismo, con los nombres de los integrantes, las fuentes de financiamiento, los movimientos bancarios y la lista de organizaciones con las cuales se encuentran asociadas. La providencia refleja la desconfianza hacia cualquier intento de agruparse fuera de las fronteras del Estado omnipotente. Es un decreto de inspiración totalitaria.

El estamento político del régimen y algunos de sus plumíferos han justificado la paranoia del gobierno. Acusan a numerosas ONG de ser agentes encubiertos del imperialismo norteamericano. Nada que sorprenda. Los lugares comunes forman parte de la trama de complicidades y el miedo a todo lo que no tenga tinte rojo.

Se les pide que rindan cuentas a  las ONG dedicadas a labores humanitarias,  a aliviar un poco el hambre atroz que sufren los niños y ancianos; o a hacer más amable la vida de quienes padecen sida; o a velar por el respeto a los derechos humanos de los presos políticos. A estas agrupaciones el gobierno las equipara con los terroristas o con los traficantes de drogas. Presume que obtienen financiamiento y desarrollan actividades ilegales. Sin embargo, los  incontables desmanes de los dirigentes del PSUV son observados con complacencia.

¿Alguna vez un funcionario de alto rango del régimen ha recriminado o se ha quejado por el uso abusivo de los recursos públicos  para promover y financiar los candidatos electorales del oficialismo? Jamás. La red de medios públicos —financiados con fondos nacionales— es utilizada a discreción por el gobierno para amenazar, descalificar, insultar y chantajear a los adversarios, sin que exista derecho a réplica por parte del agraviado. Esos medios son usados para aplicar el terrorismo de Estado. A los colectivos —sostenidos con fondos públicos— que se expresan a través de esos medios, no se les exige que se inscriban en la Oficina contra la Delincuencia Organizada. ¿Quién supervisa y controla el reparto de los CLAP a través de los consejos comunales dominados por régimen? Los simpatizantes del madurismo actúan a su libre albedrío. Ningún órgano oficial los vigila.

Las baterías están dirigidas a someter las ONG que el gobierno supone opositoras, o al menos no simpatizantes de la causa, cualquiera sea la labor que realicen. El objetivo consiste en crear una sociedad sometida al régimen. Reproducir el esquema de Cuba, Nicaragua y Corea del Norte. Que ningún miembro del rebaño se extravié.

El mundo de las ONG y de las asociaciones civiles es muy variado. Además de las que se ocupan de las acciones humanitarias, las hay de múltiples tipos. Hace poco surgió una clase que ha cubierto el espacio abandonado por el gobierno. Me refiero a los observatorios. Si usted quiere enterarse de cuál es la situación de los sectores más pobres del país, tiene que navegar por el portal de la Encuesta de Condiciones de Vida, Encovi; el gobierno acabó con la clásica Encuesta de Hogares por Muestreo. Si lo que le interesa saber es el comportamiento de los precios de la Canasta Básica y la Canasta Alimentaria, tendrá que ir a la página del Cendas; el Banco Central desde hace años no publica las cifras de inflación. Si lo que le llama la atención son los servicios públicos, deberá acudir al portal del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos. No se le ocurra ver VTV porque le van a mentir de forma descarada.  Si quiere saber cuál es el estado de los derechos humanos vaya a las páginas de Cofavic, del Foro Penal o de Acceso a la Justicia. Si le preocupa el tema de la propiedad privada, diríjase  al observatorio que se encarga del tema en Cedice.

Todas estas agrupaciones, y muchas otras que un análisis más completo tendría que enumerar, son formas autónomas de organización social. Están constituidas al margen del Estado y formadas por ciudadanos interesados en que los problemas del país se detecten, diagnostiquen y corrijan. No persiguen complacer al imperialismo, ni derrocar al régimen. Solo el delirio paranoide o la genuflexión pueden tratarlas como agentes  subversivos o terroristas. Claro, en el caso de un régimen aliado de Rusia, China, Irán, Turquía y Cuba, donde los derechos civiles  fueron abolidos,  o se encuentran muy menguados, se entiende que vea un enemigo en cualquier forma de organización independiente de la sociedad civil.

El decreto del régimen espera por la ley que deberá aprobar la Asamblea Nacional. Hay tiempo para denunciarla y tratar de impedir que se apruebe.

@trinomarquezc

Publicado originalmente en https://politikaucab.net

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