Antes de ver Camino a la redención había leído críticas muy negativas en distintos medios estadounidense y esperaba encontrarme con un producto lamentable. Pero resulta que a medida en que la historia se desarrollaba antes mis ojos fui encontrando muchas virtudes y pocos defectos en este drama familiar que se construye sobre los conflictos de la ética, la venganza y la culpa. La verdad es que esta nueva realización del irlandés Terry George —autor de Hotel Rwanda— retoma un asunto que le interesa —la responsabilidad individual— y que ya había trabajado en filmes previos. Para mi sorpresa, encontré un film redondo, bien construido, con unas actuaciones descollantes y un final inesperado pero lógico.

Camino a la redención establece temprano el conflicto principal: un padre divorciado regresa de un juego de béisbol con su hijo y accidentalmente atropella con su camioneta a un niño. El miedo lo domina, no sabe qué hacer y se da a la fuga. Su hijo no se ha dado cuenta del problema. En el sitio del suceso cunde el dolor y la desesperación en el padre, la madre y la hermanita del niño muerto. Es una situación absurda con preguntas sin respuestas. A partir de este hecho, el guión de John Burnham Schwartz y Terry Georgen propone la comprensión de cada uno de estos dos padres. Por una parte está Ethan Learner, el profesor universitario tranquilo y sensato que trastoca su vida en una afán desesperado de encontrar al asesino de su hijo. Por la otra se ubica Dwight Arno, el abogado divorciado que intenta rehacer su vida y mantener el amor de su hijo y que ahora se encuentra en una situación íntima que le destroza el alma. Al primer padre lo mueve el deseo de venganza. Al segundo lo atormenta el sentimiento de culpa. Ninguno está en sus cabales. Cada cual vive un dolor implacable y desarrollan conductas patológicas.

Son dos personajes masculinos complejos, trabajados con precisión y comprensión. George rehuye las posiciones moralistas y contrasta las dos posturas en una trama que tiende —poco a poco y de forma inevitable— una trampa a ambos hombres. La trama se circunscribe a localidad donde todos se conocen y en la que todos están relacionados. El profesor universitario contrata al bufete de abogados del hombre que atropelló a su hijo para que haga lo que la policía no ha logrado: encontrar al asesino. Dwight se enfrenta de esta manera al hombre que lo busca —sin saber que lo tiene enfrente— pero sobre todo se confronta consigo mismo. Vive su dolor y el del otro padre. En ese sentido masculino de la historia intervienen sendas mujeres: una esposa que observa cómo su marido se sumerge en los pantanos de la locura y una ex esposa que se ha convertido en la mirada crítica que pende sobre el abogado. El tema que sostiene toda la trama es la dimensión afectiva de la paternidad. El guión explora una temática que usualmente se delega en la mujer y en la fuerza de la maternidad. En este caso no. George busca esa característica de hombres en medio de la tragedia y la desolación.

Un drama de este tipo debe sustentarse en la representación de sus personajes de una manera convincente. Es lo que hacen Mark Ruffalo como Dwight Arno y Joaquín Phoenix como Ethan Learner. Uno y otro actor edifican sus caracteres sobre la base del conflicto interno más que de las acciones de la trama. Cada cual plantea una mirada interna, personal, instransferible. Ofrecen un trabajo actoral impecable, secundados por dos actrices ganadoras del Oscar: Jennifer Connelly y Mira Sorvino. Con este cuadro interpretativo la historia se potencia de forma contundente.

El final de Camino a la redención podría ser ejemplo de una resolución dramática que alcanza un climax que no anuncia una salidad coherente y parece que la trama se le va de las manos al realizador, pero he aquí que con destreza la historia regresa al control de Terry George, quien la maneja muy bien. Sabe resolver su desenlace sin moralismos ni moralejas. Un film de mucha fuerza con grandes actuaciones y una excelente dirección.

CAMINO A LA REDENCIÓN («Reservation road»), EEUU, 2007. Dirección: Terry George. Guión: John Burnham Schwartz y Terry George, sobre la novela del primero. Producción: Nick Wechsler y A. Kitman Ho. Fotografía: John Lindley. Montaje: Naomi Geraghty. Música: Mark Isham. Elenco: Joaquin Phoenix, Mark Ruffalo, Jennifer Connelly, Mira Sorvino, Elle Fanning, Eddie Alderson y Sean Curley. Distribución: Cinematográfica Blancica.

About The Author

Deja una respuesta