Stacey Abrams, merecería haber estado allí, casi que con un papel protagónico, pues sin ella, sin su trabajo de hormigota —su volumen no me permite calificarla de hormiguita— esta película no hubiera tenido un buen final.

Todos aquellos que hemos trabajado en cine, o que han sido amantes o aficionados a él, sabemos la importancia que en toda película tienen aquellos que en el más avezado profesionalismo norteamericano se conocen como supporting actors, expresión mucho más propicia que su equivalente en español, pues el llamarlos actores secundarios o de reparto, me parece que le disminuye su inestimable importancia.

Los grandes encuentros cinematográficos los premian tal cual a los protagonistas, y muchas veces hemos sentido que incluso su trabajo supera al de los principales, aunque su crédito sea relegado ante las prominentes figuras. Los supporting actors no solo soportan sino que muchas veces son la base fundamental de una película.

Todo esto viene a colación pues en los últimos días buena parte de la población mundial ha visto, transmitida por todos los medios, la postrera versión local de La guerra de las galaxias norteamericana, llamada The soft and delicate transition, donde al fin, el malo de la película —Donaldo y sus hordas— desaparecieron, esperando los espectadores que sea para siempre.

La preparación o pre-producción  tuvo muchas dificultades, como tantas otras, pero en este caso y debido a las expectativas que había sembrado, la mayoría del público fue testigo de los obstáculos que se presentaron para que fuera concluida y exhibida al público. Sobre todo un film como este que requería de infinidad de actores mal llamados de reparto, sopotocientos extras y muchos protagonistas que no necesariamente se llevaban muy bien entre sí, y sabemos las dificultades que se presentan en un rodaje cuando los principales no se soportan mutuamente.

Pero finalmente todos los espectadores nos pudimos sentar en nuestros cómodos sofás, pop corn en mano —como venimos haciendo desde que la pandemia nos cerró los cines— a disfrutar del espectáculo. Decisiones de última hora, y consecuencia desde luego de la mencionada enfermedad, las multitudes de extras fueron sustituidas por banderitas que los representaban, más bien un símbolo de los que ya no estaban, todo ello fundamentalmente consecuencia de las maldades del desaparecido Donaldo y sus secuaces.

Pero hablemos de las actuaciones. Joe y Kamala cumplieron sus roles a cabalidad, no podemos decir que sobresalieron enormemente, pero sin duda fueron la base y el centro de la película. Joe tuvo un momento brillante en su monólogo, que a pesar de ser largo y apasionado, se lo lanzó de un solo tirón —toma única— sin necesidad de apuntador o telepronter, y a decir verdad, le quedó de lo más sentido. Hasta Wallace, el sufrido periodista de Fox que le tocó el duelo entre él y Donaldo, consideró que había sido el monólogo más sentido de todos los que él había presenciado en los capítulos anteriores.

Debo señalar además un éxito de la dirección de arte al haber conseguido una Biblia de 170 años donde pudo posar su mano el actor principal, sin que el susodicho libro se desmoronara en tan apasionado trajín.

Algunos actores protagonistas de importantes películas anteriores aceptaron su participación en condición de comparsas o figurantes, sobre todo por haber sido principales en otros capítulos de la saga. Estuvieron todos los vivos —Clinton, Bush, Obama— con sus fieles esposas, aunque alguno de ellos no lo fuera tanto. Sólo faltó el inmortal Carter, pues me imagino que la producción de la película se planteó su presencia, pero el operativo con ambulancia, médicos y paramédicos protegiendo a otro ex protagonista superviviente de tumores y sobre todo edad avanzada, era demasiado complicado, no sólo para la película, sino para la ex estrella.

Pero volvamos a la esencia de este artículo, como muy bien lo indica el título: The supporting actors. Quiero en primer lugar destacar y aplaudir la presencia estoica, pero presencia al fin, de quién aceptó este rol  secundario, aun cuando venía de ser coprotagonista en el capítulo anterior.  El ex vice Pence, después de soportar todas las presiones de sus fans y sobre todo de su agente actoral para que no participara, sabía —y lo puso en práctica— que su presencia no sólo le daba importancia a este nuevo capítulo, sino que su figura, a pesar de su corta pero sentida aparición, le iba a dar otra categoría a esta película. Fue quizás la decisión más importante de su carrera actoral, aunque le cueste la necesidad de buscar otro agente.  Estuvo incólume representando el papel que le correspondía, haciendo de alguna manera, dos papeles en uno, el suyo propio y el del desaparecido malvado de la película. Impecable en su presencia, ni se despeinó a pesar del viento washingtoniano que le sacudió los pelitos al protagonista Joe. Ah!, ni una mosca se le paró en su cabellera. Como crítico cinematográfico puedo decir que fue la mejor intervención de su carrera y se le agradece enormemente, nadie lo olvidará por su tremenda actuación.

Pero en toda película siempre hay carencias, algo que como espectador hubiera querido ver pero los productores no me complacieron.  Sabemos que muchas veces hay circunstancias que prelan y hay que tomar decisiones que no siempre son las mejores. Me hizo falta enormemente quien para mí fue quizás la mejor actriz soporte de esta película. No sabemos si compromisos de última hora, o rivalidades internas o complicaciones de producción, impidieron su presencia, pero eché mucho —muchísimo— de menos, la no aparición de una de las más importantes heroínas de este capítulo. Stacey Abrams, merecería haber estado allí, casi que con un papel protagónico, pues sin ella, sin su trabajo de hormigota —su volumen no me permite calificarla de hormiguita— esta película no hubiera tenido un buen final. Espero y anhelo que los productores se avoquen en un futuro inmediato a solventar esta carencia y empiecen a preparar una nueva película donde ella, que tanto ha hecho por los demás, sea la protagonista, el título ya lo tienen: “Gobernadora de Georgia”.

 

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