Arturo Uslar Pietri desempeñó varios cargos políticos de relevancia.

El nombre de Arturo Uslar Pietri (Caracas, 1906-2001) ha quedado sobre todo asociado a «Las lanzas coloradas», donde relata un episodio de la independencia de Venezuela, obra incluida en el canon de la literatura hispanoamericana.

Pero el escritor y político venezolano en su longeva existencia tiene en su haber más de cuarenta libros de prácticamente todos los géneros. La editorial Drácena ha tenido el acierto de recordárnoslo, recuperando varias de sus mejores novelas. Ahora le ha tocado el turno a «Un retrato en la geografía» y «Estación de máscaras».

Las dos forman parte de la que iba a ser la trilogía «Laberinto de fortuna», y que, finalmente, se quedó en el díptico que ahora nos llega. «Un retrato en la geografía» —edición de Ana García Romero está encabezada por unos versos del gran poema alegórico de nuestro Juan de Mena, del que Uslar Pietri tomó el título para su proyectada tríada novelística, y se ambienta en una época convulsa, en los estertores de la dictadura de Juan Vicente Gómez, hacia la mitad de la década de los años treinta del pasado siglo, cuando se desatan todas las ambiciones y chocan diferentes concepciones de ejercer el poder.

Hablar y comer petróleo

En este escenario, el Premio Príncipe de Asturias de las Letras explora especialmente el impacto y las consecuencias de los yacimientos petrolíferos en la sociedad venezolana: «De repente las gentes se dan cuenta de que están vestidas de petróleo, de que comen petróleo, de que hablan petróleo […]. Sería una especie del mito de Midas», apunta uno de sus personajes, el intelectual Luis Sormujo, que se reparte con Álvaro Collado —protagonista y miembro de la familia Collado, eje de la novela— el ser una suerte de álter ego de su creador. Uslar Pietri traza un vigoroso retrato coral a destacar el manejo del diálogo de un país al que amó profundamente y siempre trató de servir.

Publicado originalmente en https://www.abc.es

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