Sinopsis: Falso documental sobre Leonard Zelig, el hombre camaleón que asombró a la sociedad norteamericana de la ‘era del jazz’. Su historia arranca el dÃÂÂÂa que miente al afirmar que ha leÃÂÂÂdo Moby Dick, sólo para no sentirse excluido. Desde entonces, su necesidad de ser aceptado lo lleva a transformarse fÃÂÂÂsicamente en las personas que lo rodean, convirtiéndose asàen un fenómeno mediático, en una celebridad sin esencia. Testigo de algunos de los acontecimientos más importantes de los años treinta, encaja a la perfección en todas partes porque asume las caracterÃÂÂÂsticas tanto fÃÂÂÂsicas como psÃÂÂÂquicas de las personas con quien está para caerles bien.
Comentario de Jacobo Penzo. El guion de Zelig (EE.UU, 1983) es uno de los más brillantes de Woody Allen. La idea de un personaje que se mimetiza con su interlocutor en cualquier ocasión es sencilla y a la vez compleja. Habla de una capacidad que tenemos todos los seres vivos para adoptar ciertas estrategias que nos permiten sobrevivir, burlar potenciales enemigos o pasar desapercibidos ante los otros cuando estos representan un peligro. Este instinto natural se encuentra hipertrofiado en el personaje central del film. Su capacidad de cambiar y absorber el entorno trocándose en aquello que no es no tiene lÃÂÂÂmites. De esta manera Zelig puede ser cualquiera a la vez que no es nadie por su tendencia irrefrenable a ser siempre el otro.
Sin embargo esta idea básica se disuelve un poco debido al tratamiento en tono de comedia que le otorga Allen, asàuna propuesta que pudo ser trascendente se agota en el puro chiste y en los gags, indudablemente graciosos, que Allen logra articular a partir de su idea. En tal sentido, Zelig parece más impactante en su punto de partida, un territorio que podrÃÂÂÂa extenderse en indagaciones sicológicas y filosóficas, al que no hace justicia la ejecución ligera de Allen que solo parece buscar la risa.
Quizás fue un particular momento en la evolución del realizador, en el cual sus ideas y sus guiones parecÃÂÂÂan más brillantes que sus pelÃÂÂÂculas. Por ello hemos imaginado a veces, que hubiera sido Zelig en manos de otro cineasta, pongamos por caso Orson Welles. A veces lo hemos imaginado tratando de mimetizar a quién tiene enfrente pero a fuerza de pura actuación y carisma, sin los trucos, hasta cierto punto fáciles, del cambio de vestuario y del maquillaje que Allen usa en sus jocosas secuencias para mostrar las sucesivas metamorfosis del personaje.
Aún asàel film es tremendamente divertido, su mezcla de ficción y documental cumple cabalmente su función de sorprendernos y entretenernos, y su ritmo siempre  se mantiene, virtud que quizás se deba también a su corta duración (79 minutos). Son memorables las secuencias en las que Zelig se mimetiza en rabino, y en sentido opuesto cuando se transforma en un miembro del partido nazi durante un discurso de Hitler.
Más adelante Allen logrará en otras pelÃÂÂÂculas, moderar hasta cierto punto su gusto por lo cómico, integrando cabalmente en un todo armónico ideas trascendentes y su enorme capacidad humorÃÂÂÂstica. No por ello este film en blanco y negro realizado en formato de falso documental deja de alcanzar su cometido de hacernos pasar un buen rato, gracias a la habilidad y talento de uno de los directores más creativos del cine estadounidense.
Este clásico de Woody Allen se exhibe el 12 de noviembre en los Sábados Selectos del Cinecelarg3. A las 3:00 pm. Entrada libre.
ZELIG (Zelig).1983.USA. / 76 minutos. Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Música: Dick Hyman. FotografÃÂÂÂa: Gordon Willis. Reparto: Woody Allen, Mia Farrow, Gale Hansen, Stephanie Farrow, Garrett Brown, Mary Louise Wilson, Sol Lomita, John Rothman, Susan Sontag.