Entendimiento nacional
Es la hora de convocar la inteligencia, el sentido común y el pragmatismo.

Entendimiento, sin exclusiones, que permita la formación de un gobierno de unidad nacional que cuente con el apoyo, dentro y fuera del país, para enfrentar la crisis con éxito.

El gobierno presentó su propuesta: la Constituyente. Esa Asamblea convocada al margen y en contra de lo previsto en la Constitución Nacional no solo no resolverá ninguno de los problemas que afligen a la familia venezolana, sino que, lo que ha logrado hasta ahora, es agravar la polarización y la confrontación política.

El gobierno, con su propuesta constituyente, no va a recuperar nunca la gobernabilidad. Por ese camino, pierde el gobierno, y, lo que es más grave, perdemos los 30 millones de venezolanos.

Algunos sectores de la oposición también han presentado su propuesta: calle, más calle y más calle. Trancazos y más trancazos. Todo con el propósito de derrocar al gobierno, sin darse cuenta de que el desenlace de una tal estrategia no puede ser otro que un golpe militar de impredecibles consecuencias. En ese escenario también perdemos todos.

Un nuevo gobierno que surja en un esquema de confrontación no va a poder enfrentar la crisis económica y social que estamos sufriendo los venezolanos. A Venezuela le urge un gobierno de unidad nacional que asuma con eficiencia la situación y pueda atender las necesidades más urgentes de la población venezolana.

Es la hora de convocar la inteligencia, el sentido común y el pragmatismo.

El único escenario posible en el que ganamos todos es el de un gran entendimiento, de un gran acuerdo, de un pacto de gobernabilidad. Entendimiento, sin exclusiones, que permita la formación de un gobierno de unidad nacional que cuente con el apoyo, dentro y fuera del país, para enfrentar la crisis con éxito.

La situación económica del país va a empeorar. El gobierno, cada día que pasa, va a tener un escenario más complicado. Por eso sostenemos que el gobierno le interesa una solución como la que proponemos. A la oposición también le conviene asumir el camino del diálogo y de la civilidad. Pero, sobre todo, a los 30 millones de venezolanos nos interesa terminar con esta tragedia de una vez por todas.

La oposición no puede derrocar al gobierno sin pagar un precio altísimo. Y, derrocando al gobierno, con la catástrofe económica que experimenta el país, se encontraría con una situación inmanejable.

Somos 30 millones de venezolanos que esperamos que prevalezcan la inteligencia y el pragmatismo de nuestros líderes para abordar una agenda muy sencilla: recuperar la democracia, reconstruir la economía y atender los problemas del hambre, desabastecimiento y alto costo de la vida.

Seguiremos conversando.

@EFernandezVE

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