Real Madrid y la Champions League 2017
El Real Madrid se consagra una vez más como el Rey de Europa, siendo el primer club que bajo el cambio de formato logra dos títulos consecutivos.

El sábado 3 de junio, en el estadio Millenium de Cardiff, el Real Madrid afianzó más su leyenda aplastando sin compasión a la poderosa Juventus de Turín, para lograr su duodécima Champions League y tercera en cuatro años.

El inicio del partido mostró a una Juventus con mucha intensidad, presionando la salida de los merengues y anulando a los hombres encargados de elaborar el juego madridista, Kroos, Modric e Isco, que aparecieron poco ante el gran trabajo del alemán Khedira y sobre todo del bosnio Miralem Pjanic, quien realizó una primera parte memorable, repartiendo juego con criterio y creando ocasiones de gol como el disparo desde la frontal del área que repelió, en gran forma, Keylor Navas, cuando apenas iniciaba el cotejo.

Otro que destacó en la primera mitad fue el croata Mario Mandzukic desde la banda izquierda, aprovechando su poderío físico ante el lateral Carvajal, que volvía a los terrenos de juego después de una lesión que lo tuvo alejado por un mes, y sobre todo la diferencia en cuanto estatura, 1,90 cms por 1,72, respectivamente, lo cual propició que el balcánico ganara repetidamente los balones aéreos.

Tuvo suerte el cuadro blanco en llegar al medio tiempo con empate a uno, pues la única jugada de peligro que generó la convirtió en gol Cristiano Ronaldo, tras una genial acción colectiva del equipo, con Modric, Kroos, Benzema, Carvajal y el portugués como protagonistas, además de Leonardo Bonucci, al que le rozó ligeramente el disparo del lusitano (min 20).

Empató el cuadro bianconero con una esplendorosa acción de Mandzukic quien, de media chilena, cerca de la frontal del área, batió a Navas (min 27). Pero así de caprichoso es el fútbol, el gol más hermoso de la final lo logró el equipo que fue vapuleado en ella, recibiendo más goles en 90 minutos que en los 12 partidos previos.

En este primer tiempo, los de Allegri, hicieron un importante gasto físico que luego pagaron en el segundo acto al desfondarse. Se ve que el extraordinario estratega transalpino planteó ganar el partido al comienzo, adelantando sus líneas, para presionar y no dejar pensar a los cerebros madridistas. Como era esperado alineó con tres centrales en el fondo, la BBC juventina, Barzagli, Bonucci y Chiellini y con los laterales, Alves y Alex Sandro de extremos, proyectándose constantemente por las bandas, en detrimento del colombiano Juan Guillermo Cuadrado.

El Madrid concluyó los primeros 45 minutos superados por una Juventus enchufada y con más hambre de romper su sequía de 21 años (desde mayo de 1996) sin levantar la orejona, competición maldita para ellos, pues en 9 finales solo han podido ganarla en dos ocasiones, 1985 ante el Liverpool por 1 a 0, el infausto día de la tragedia de Heysel en Bruselas y en penaltis ante el Ajax de Van Gaal, tras empatar a 1 en el tiempo reglamentario. La Vecchia Signora ha perdido sus últimas cinco finales y en las nueve disputadas solo ha logrado marcar cinco goles, para un paupérrimo 0,55 de promedio.

No obstante, todo cambió en el vestidor. Los medios españoles reseñan que Zidane, hombre poco dado a los fuegos de artificio con la palabra y sí a la concreción, les pidió que sacaran su personalidad y su fútbol, que se olvidaran del escenario y que jugaran como lo hacen en el campo de entrenamiento de Valdebebas, “buscando pases hasta darlos sin mirar”, apostilló.

También, había estudiado en la semana previa al partido, junto a sus colaboradores, que los centrales italianos, por su edad, Barzagli (36), Bonucci (30) y Chiellini (32) son lentos, razón por la cual le pidió a sus pupilos que no hicieran centros aéreos, sino rasos, aprovechando la velocidad de los delanteros merengues, Cristiano y Benzema, para ganar estos duelos. Y vaya que esto rindió sus frutos, tres de los cutro tantos blancos vinieron por esa vía, el 0 a 1, tras pase de Carvajal a CR7 y el 1 a 3 y el definitivo 1 a 4 que cerró el partido, obra de Marco Asensio, un extraordinario futbolista, que recaló en el Madrid por apenas 3,5 millones de euros y que a sus 21 años ha maravillado a media Europa. Además, fue el que puso el prólogo a esta temporada al lograr el primer tanto merengue en la final de la Supercopa de Europa ante el Sevilla (9 de agosto) y puso el epílogo, en el partido 60 (en todos marcó al menos un gol el Real Madrid, hito en las grandes ligas europeas), luego de apenas seis minutos en el campo y tras recibir una asistencia de Marcelo, quien sacó los colores con un regate a su compatriota Dani Alves.

El segundo período quedará en los anales de la historia madridista. Pocas veces un equipo pasó por encima de otro en una final de la Copa de Europa de forma tan categórica. Isco empezó a caer a la banda izquierda y Kroos y Modric tomaron el control de las operaciones en el centro del campo, ante un Khedira que desapareció y un Pjanic que tuvo la mala fortuna de lesionarse la rodilla (según su entrenador) por lo que fue sustituido por Marchisio en el minuto 70.

Allegri, que en la primera parte le había dado un repaso táctico a Zidane, no entendía qué estaba ocurriendo y le gritaba a los suyos que salieran de su campo, pero era imposible ya que los bianconeros estaban siendo aplastados por el huracán blanco. Se queda con una deuda pendiente el entrenador italiano, pues sus equipos que se distinguen por su fiabilidad defensiva se han caído escandalosamente en las finales de Champions disputadas, al recibir 7 goles, 3 a 1 en la final de Berlín 2015 ante Barcelona y el 1 a 4 del sábado pasado en Cardiff.

El destino quiso que se colara como protagonista de la fiesta un invitado poco habitual, Calos Henrique Casemiro, el chico pobre de la ciudad brasileña de San José de Campos (Estado de São Paulo) contó, en los días previos a la final, que debía abandonar su casa cada noche cuando era pequeño pues sus dos hermanos menores, su madre y él no cabían en la diminuta favela que tenían (su padre abandonó a su familia cuando el paulista tenía solo tres años), por lo que pernoctaba con su abuela, su tía o en casa de algún amigo que le ofrecía refugio. Es por esta razón que, del fútbol profesional, lo primero que recuerda es una habitación: la del centro de entrenamiento del São Paulo.

Fue el 14 blanco, quien cazó un rechace de Álex Sandro para pegarle con alma, corazón y vida al balón, que se desvió en Khedira y batió a Buffon (61). Tres minutos después, (min 64), el Madrid mató el partido, con una jugada primorosa de Luka Modric quien cortó un mal despeje, otra vez, de Álex Sandro, hizo una pared con Carvajal para llegar a la línea de fondo y sacar un centro raso (como les habían dicho) para que Cristiano madrugara a Buffon y sentenciara la final.

La máquina de Madeira, con el doblete consiguió varios récords, ser coronado como el goleador de esta competición por quinto año consecutivo, llegando a los 105 en ella y convirtiéndose en el primero que, desde que existe el nuevo formato (temporada 1992/1993), logra marcar en tres finales (Lisboa 2014, Milán 2016 y Cardiff 2017. El mítico Alfredo Di Stéfano ostenta el récord al haber marcado en 5 finales). Además, el portugués firmó un final de temporada primoroso. Hay que tener en cuenta que en la liguilla solo firmó dos goles en seis partidos, pero desde los cuartos a la final (cuando la presión acecha y hay muchos que se asustan ante el reto) se exhibió con 10 goles (cinco en los cuartos ante el Bayern de Múnich, hat trick ante el Atlético y dos en la final). La clave ha estado en que Zidane consiguió convencerlo que, debido a su edad (32 años) ya no era necesario que jugara todos los partidos y marcara 60 goles, sino que era menester que descansara y lograra los goles de mayor importancia y así ha sido. Esta temporada jugó 46 partidos y marcó 42 goles, mientras que hace dos temporadas disputó 54 partidos y anotó 61 dianas.

El Real Madrid se consagra una vez más como el Rey de Europa, siendo el primer club que bajo el cambio de formato logra dos títulos consecutivos. No podía ser de otra forma, el club de la capital española desde la creación de esta competición, a mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado, ha sido el gran dominador de la misma (ganó las primeras 5 finales) y tenía que ser el primero en lograr la gesta de repetir título con una generación maravillosa de futbolistas cuya media de edad es de 27 años y un entrenador que si bien no es un maestro de la pizarra, ha dotado a su equipo de sosiego, manejando el vestuario de una forma magistral, dándole minutos y haciendo sentir importantes a todos.

La Copa de Europa vuelve a su sitio natural, a su casa, las vitrinas del Santiago Bernabéu, padre fundador del mejor club del siglo XX, según la FIFA y que ya con 6 finales de la Champions ganadas (1998 también a la Juve con el mítico gol de Mijatovic que rompió una sequía de 32 años, 2000, 2002, 2014, 2016 y 2017) se vuelve a erigir como el mejor club de este joven siglo, habiendo encontrado para muchos a su Guardiola, Zinedine Zidane, un hombre de la casa, sobrio, ex estrella del fútbol mundial (de allí el respeto reverencial que le profesan los pesos pesados del vestuario) y trabajador, que ha pacificado al vestuario y ha logrado la friolera de 5 títulos (2 Champions y 1 liga española, entre ellos) en apenas 17 meses en el cargo.

About The Author

Deja una respuesta