Agresión a estudiante en UCV

—¿Puedes oír mis razones, ahora cuando nos visita Unasur?

—No cambio nada, sólo  me toca cumplir con las órdenes.

—¿De quién?

—Del comandante  Hugo Chávez Frías que está en su cuartel de la montaña, su hijo Nicolás Maduro y ellos obedecen a dos generales y un coronel cubanos, expertos que están aquí, saben de eso. Yo sé porque los conozco, los he visto, pues.

—¿Y por qué tienes que hacerles caso si tú eres venezolano?

—Porque soy revolucionario, inscrito en el PSUV. Ahora tengo sueldo fijo y algo extra como en estos días cuando es trabajo de calle

—¿Qué haces en la calle.?

—Pongo en su sitio a los guarimberos, terroristas, traidores de la patria, escuálidos como tú, pues.

—¿Alguna vez leíste o te leyeron  las líneas de la Constitución de Venezuela donde explican que somos un país soberano, independiente y libre?

—Claro.Y por eso soy chavista y bolivariano, antes eramos lacayos de los gringos, el imperio de Obama  tiene la culpa de que nosotros somos  pobres y vivimos en ranchos todavía.

—¿Fuiste al colegio?

—Hasta quinto grado, hice maniobras en el barrio, antes de pasar a las milicias, ahora estoy a tiempo completo en lo que me necesitan.

—¿Por qué me pegaste, me desnudaste y pateaste en la Universidad y aquí cuando me pusiste en el calabozo?

—Ya te dije. Tengo que hacer lo que me enseñaron, yo no hablo, yo hago lo mismito que aprendí desde hace ocho años.

—Pero por ejemplo ¿tu mamá va a la iglesia?

—Claro, la vieja es santera de Jesucristo y cumple con promesas, oye al cura, se persigna a cada rato y le prende velas ahora también a los santos benditos de Cuba.

—¿Ella nunca te dijo que no le hagas al otro lo que no quieres que te hagan a ti?

—Sí, vale, pero es que a mi siempre me patearon, me ningunearon, casi todos mis panas del barrio están muertos o quedaron patulecos. Los buenos están en motos, cumpliendo.

—¿Quién les hizo eso?

—Mira tú, pareces bestia: los policías y los guardias del este, de por allá, de los ricachones.

—¿Por qué te tapas la cara?

—Porque tenemos empleados de afuera  y nos mandan a usar unas màscaras especiales para saber quièn es de aquì cuando nos llegan refuerzos .Los otros son por encargo y hasta les pagan mejorcito.

—¿Tú fuiste a Cuba?

—Claro, dos veces, allá nos enseñaron  ¿qué te crees?.

—¿Y viste cómo tratan allá a los pobres, sin trabajo, iguales a ti antes de ser miliciano?

—No mucho, casi nada, estábamos encerrados en campamentos, sólo veíamos algo de afuera en el autobús entre el aeropuerto y el cuartel, a veces la televisión.

—¿Pero sabes que allá están medio muertos de hambre y si protestan los meten en la jaula  y los dejan morir sin comida ni agua?

—Bien hecho, son muérganos,  gusanos, antirrevolucionarios, están listos.

—Eso es lo que tú quieres para tu país.

—Somos la misma cosa. Ni un paso atrás chamo, no volverán.

—¿Quiénes?

—Ustedes los capitalistas del imperio yanki.

—¿Te gusta más el imperio de Fidel’

—Oye tú, aquello  es chévere, candanga con tanto camarada y en uniforme. Nadie puede con ellos.

—¿Y aquí?

—Somos lo mismo. No hablo más. Mañana hay mucho trabajo, batallas contra las barricadas, en Chacao,  El Cafetal, Caurimare, Terrazas del Ávila,  tú las conoces porque son de puros sifrinos, educaditos, hijos de papi.

—¿Y el tuyo dónde está?

—Te dije que se acabó el bla bla, carajo, y me joden si saben que hablamos tanto. Dame las gracias porque te quité la capucha y puedes respirar.

 

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