Vinotinto
Y duele que Venezuela no sea un país futbolero y que la vinotinto no sea algo más que un germen.

El disfrute es grande y uno le roba tiempo a todo para  tener el placer de contemplar, con curiosos artilugios digitales y televisivos, la pasión humana.

Más allá del bello desempeño de los divos, su destreza, ingenio, inteligencia y creatividad, los locutores y comentaristas, que, aunque a veces resultan muy enfáticos y dicharateros, los hay muy buenos y enterados, ponen de relieve los detalles y le prestan mucha atención a la organización, cohesión y estado de ánimo de los equipos.

No es para menos, con el sólo mirar los partidos se siente subir y bajar la temperatura y desearía estar allá para dejarse traspasar por el ambiente y hacerse cómplice de esos estados de ánimo.

Para mí las fidelidades e identificaciones con uno u otro equipo son geográficas y culturales, como supongo que son para muchos venezolanos. Latinos, luego latinoamericanos y después una inevitable separación y escogencia y aparecen linderos: Colombia,  Argentina,  Brasil, Mexico y Uruguay. Con el rollo emocional de tener que llegar a verlos enfrentados.

Y duele que Venezuela no sea un país futbolero y que la vinotinto no sea algo más que un germen. Pero duele más aun, y con mayor profundidad y tiempo, nuestra descohesión como país y el flaco entusiasmo que nuestro pobre espectáculo propicia. Sólo por disciplina profesional seguimos las noticias del Gobierno Nacional y las declaraciones de sus jefes en el uso de una mentira desbocada, reiterativa y poco pensada.

En este cuadro mantiene nuestra atención el trabajo de sólidos, capaces y persistentes periodistas, que, como los mencionados comentaristas del fútbol, nos mantienen en el obligado compás, nos sacuden las almohadas y obligan nuestro compromiso.

Muchos han tenido que refugiarse, con no poco esfuerzo, en portales y redes que, con una aguda versatilidad, acompañan los minutos y horas de las cosas. Comparten el trabajo y los logros con generosidad y baja mezquindad,  al punto de comenzar a sentirse si entre ellos y esa manera de hacer, no estarán incubándose nuevos sentidos y propuestas.

arnaldoeste@gmail.com

@perroalzao

 

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