Renny Ottolina
Su gran talento creativo lo convirtió en un magnífico productor audiovisual, participando en programas de opinión, musicales e incluso dramáticos.

En unas semanas se cumplen 39 años de una noticia que cayó como una bomba en toda Venezuela, cuando el 16 de marzo de 1978 se anunció que a los pocos minutos de despegar del aeropuerto de Maiquetía, había desaparecido una avioneta Cessna 310 con dirección a Margarita y que uno de los cinco pasajeros que viajaban era Renny Ottolina*.

Al parecer se dirigía a la isla donde lo esperaban para presidir una reunión de empresarios y seguidores de su recién creado partido político MIN (Movimiento de Integridad Nacional) con el que supuestamente podría postularse a la presidencia de la República en diciembre de ese año.

A los pocos días se encontró el avión estrellado en las estribaciones del cerro Naiguatá sin supervivientes y el país entero quedó consternado. Con la muerte de Renny desaparecía uno de los personajes fundamentales de la radio y la televisión venezolana.

Renaldo José Ottolina Pinto, nació en Valencia, estado Carabobo, el 11 de diciembre de 1928, hijo de Francisco ‘Pancho’ Ottolina, de origen italiano, y Ana Mercedes Pinto. Estudió primaria y bachillerato en su ciudad natal; comenzó en la radio leyendo noticias para Radio Caracas Radio y también trabajó en Radio Continente y Radiodifusora Venezuela; en Bolívar Films narró y escribió guiones para noticieros de cine y documentales, donde tomó contacto por primera vez con la producción y dirección audiovisual, hallando tal vez ahí su camino profesional en la TV. En 1953 comenzó a trabajar para el novísimo canal 4, Televisa, creado por el pionero de la radio Gonzalo Veloz Mancera.

Un año después entró a formar parte de RCTV, canal 2 para presentar un programa matutino diario llamado Lo de hoy, que pronto sería ampliado a dos horas tras su enorme éxito; Ottolina adquirió su popularidad debido al particular estilo de conducir el programa y a su color de voz desarrollado en sus días de radio; con este programa, que Renny convirtió en un verdadero show, se destapó su enorme telegenia y su capacidad de vendedor, pues transmitía una enorme credibilidad a su audiencia.

Su gran talento creativo lo convirtió en un magnífico productor audiovisual, participando en programas de opinión, musicales e incluso dramáticos, hasta que en 1958 inició, en el mismo canal y hora, El show de Renny, como productor independiente a las 6 pm. Y luego substituyendo al Show de Víctor Saume a la 12 m. de lunes a viernes. Diseñado, producido y animado por él se convertiría en compañero de almuerzo y pronto batió todos los récords de audiencia. Su gran éxito no era un secreto: la personalidad inigualable del presentador le daba aquel carácter único que el país reconocía. Renny fue cariñosamente premiado, por la prensa y la audiencia, con un título que le acompañaría siempre: ‘el número uno’.

No tardó en aparecer también en la noche de los domingos con otro programa más formal: Renny presenta, un musical en toda la regla, que por su contenido y factura muy cuidada, superó todo lo hecho hasta entonces; nunca antes Venezuela había visto nada igual en la TV; adquirió fama internacional, y se comenzó a exportar a otras televisiones de la región. Renny con su insaciable afán de superación incorporaba constantemente las novedades tecnológicas y estéticas; fue el primero en desaforar los encuadres del set con lo que descubría todo lo que rodeaba el decorado, aportando un glamour y una perspectiva especial por la pantalla. Se vinculó con agentes artísticos internacionales como Hugo Romani o Enzo Morera que le contrataban a las más famosas atracciones internacionales de la época; apoyó a muchos artistas nacionales, pues el mero hecho de aparecer en su show les endosaba prestigio.

Solía contratar en exclusiva a los que consideraba más talentosos y los mostraba frecuentemente tanto en el programa del mediodía como en el mucho más elaborado Renny presenta que promovió e hizo estrellas a artistas como Mirla Castellanos, José Luis Rodríguez, Henry Stephens, Germán Fernando, Cherry Navarro, Los Claners, Los Impala, Los Darts y Carlos Moreán con quien sostuvo una cordial amistad. La lista de artistas internacionales que presentó sería interminable: Ray Charles, Sammy Davis Jr., Tom Jones, Aretha Franklin, Charles Aznavour, Steve Wonder, Miguel Ríos o Raphael, son algunos.

Desde muy temprano Renny supo rodearse de un equipo de eficaces colaboradores en todos los aspectos de su actividad; Sandra LeBroq, Jim Huntley o Gudelia Castillo montaban las coreografías y  pusieron a las “chicas de Renny” en el tope; directores como George Stone o Iván Valdés producían los tiros de cámara que enriquecían el show. Aníbal Abreu dirigió la orquesta que siempre iba en vivo. Hasta su silbido de cierre en contraluz dejó marca.

Renny fue un gran aficionado a las carreras de autos llegando a correr en 1956 el I Gran Premio de Caracas al lado de Juan Manuel Fangio, Stirling Moss, y el Marqués de Portago; también practicaba artes marciales. Fue creador y primer presidente de Fundapol, fundación de ayuda a la policía metropolitana entre otras obras filantrópicas. Tuvo jugosas ofertas para actividades que rechazaba en aras de su independencia.

Sus críticas políticas, carisma y poder de convocatoria eran tales, que sus amigos más cercanos y múltiples empresarios lo animaron para lanzarse a la presidencia en las elecciones de 1978 como opción a los partidos AD y Copei. Los hermanos Vinicio y Parsifal De Sola crearon para respaldarlo el MIN (Movimiento de Integridad Nacional) usando como logotipo los inconfundibles lentes del presentador; la respuesta fue muy positiva y, usando sólo la radio, día a día ganaba puntos en intención de votos. Sin embargo, hay indicios serios de que al final no se postularía, de hecho aún no había formalizado se inscripción ante el CNE cuando ocurrió la tragedia.

Renny en 1954 se casó con René Lozada, con quien tuvo cutro hijos, tres hembras y un varón,  a los cuales amó profundamente. En 1971 se divorció y en 1977 conoció a Marianne Jaaniorg, con quien mantuvo una más que discreta relación que el desgraciado accidente malogró. Sus íntimos amigos aseguran que fue la otra gran mujer de su vida.

Gran crítico en 1980 escribió: Encuentro la televisión venezolana culpable de ignorar la dignidad de los habitantes de nuestro país. Paralelamente la encuentro culpable de desidia en su programación y de pecar de ligereza en cuanto a la responsabilidad que implica su inmenso poder (sic).

*  No dejen de escuchar a Renny en un fragmento de su último programa de TV en 1973.  https://www.youtube.com/watch?v=gGDl1FF6R9c

©Carlos M. Montenegro

carlosmmontenegro22@gmail.com

*Publicado originalmente en TalCual

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