Pasaportes venezolanos
Muchos países de la región, dada la dificultad de obtener pasaportes o renovarlos, han permitido la circulación de venezolanos sin requerir el documento.

Toda persona desde el momento que nace tiene derecho de una identificación. Así lo establece claramente el artículo 8 de la convención del derecho del niño. Por otra parte, la Declaración Universal de los Derechos Humanos reza que tenemos derecho a circular libremente y derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a nuestro país. Para que esto se cumpla deben tener debidas identificaciones, sea una cédula o un pasaporte.

A las tantas dificultades que hoy se suman en la Venezuela de estos tiempos nos encontramos con la del otorgamiento de pasaportes y su renovación. Para nadie es un secreto y el propio gobierno lo ha reconocido. En algunos momentos han avanzado y en otros retrocedido. Hay incapacidad estructural para resolver el otorgamiento de estos instrumentos de viaje. Se necesitan políticas eficientes y hay que combatir las mafias que han existido por décadas y en distintos formatos, interesados en mantener un status quo de caos para beneficiarse de la necesidad de las personas. Es una obligación garantizar la debidas identificaciones para viaje y para cumplir con regulaciones internacionales y además ser consecuente con un precepto constitucional (artículo 50) que establece que todo ciudadano tiene derecho a  ausentarse del país. Si se duplicara la vigencia del pasaporte a diez años, se cobraran los pasaportes al precio de su verdadero valor de emisión y se mejorara el servicio de registro y entrega, se reduce parte de la presión.

Muchos países de la región, dada la dificultad de obtener pasaportes o renovarlos, han permitido la circulación de venezolanos sin requerir el documento. Es, sin duda, un avance y una práctica que se suma a otras que la comunidad internacional ha implementado a través de varios acuerdos para la libre circulación de personas, con la Unión Europea, Mercosur, Centro América, Comunidad Andina de Naciones, entre otros. Una resolución de la UE en ese sentido seria de utilidad para miles de venezolanos con dificultades de actualizar sus documentos de viaje. Pensemos en cuantas vidas se hubiesen podido salvar y cuantas se salvaron, gracias a la discrecionalidad de muchas autoridades que facilitaron la movilidad  de personas sin identificación o perseguidas durante la Segunda Guerra Mundial por su país de origen, raza o religión.

 

 

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