Huawei
La prohibición de Huawei como proveedora de alta tecnología y telecomunicaciones a EEUU, incluso con la prórroga de 90 días otorgada al final de la jornada, insinúan tiempos difíciles para la empresa china.

“Ayer hemos estado al borde, hoy hemos dado un gran paso adelante”

                                                                                            Marshall Mc Mahon

Los primeros perjudicados de la confrontación arancelaria entre EEUU y China comenzaron a eemerger. Tal y como estaba previsto, las medidas estadounidenses apuntaron hacia el sector de alta tecnología, en particular hacia el establecimiento de restricciones a la empresa china Huawei, conocida a nivel mundial por sus teléfonos inteligentes y por ser un líder mundial en equipos de telecomunicaciones.

En el desarrollo de la red móvil de quinta generación —conocida como 5G—la empresa china se ha constituido en un gran referente. Si se toma en cuenta la pertinencia de esta tecnología en el desarrollo de la próxima generación de productos y servicios digitales, la restricción del gobierno norteamericano hacia los operadores de ese país, particularmente a Google, para la prestación de asistencia técnica, obligará a Huawei a operar con sistemas operativos que merman sustancialmente su base de negocios, afectando a sus clientes. La prohibición de Huawei como proveedora de alta tecnología y telecomunicaciones a EEUU, incluso con la prórroga de 90 días otorgada al final de la jornada, insinúan tiempos difíciles para la empresa china.

En medio del crecimiento y la importancia que han tomado la Inteligencia Artificial y las redes de última generación, China se planta en el escenario internacional, no solo como un rival comercial, sino como un adversario capaz de posicionarse a la par de EEUU en el delicado y estratégico sector tecnológico. Para ello, el país asiático ha realizado un vasto esfuerzo de décadas, en la búsqueda de robustecer y actualizar su sector de producción de ciencia y tecnología, al margen de las acusaciones de la administración estadounidense de robo de conocimientos técnicos (know how), espionaje y transferencia forzada de tecnología. Para los estrategas resulta cada vez más conflictivo deslindar con precisión, dónde termina el comercio y dónde empieza la seguridad nacional. La superioridad tecnológica y económica está en juego.

¿Se acerca una recesión de la economía global?

En medio de este conflicto, la interrogante a resolver por parte de analistas y estrategas está referida a las posibles consecuencias que pudieran producirse en términos de desaceleración de la economía mundial.

Los pronósticos de recuperación de la economía global, formulados por el Fondo Monetario Internacional para el segundo semestre de 2019, han quedado en suspenso.

Por su parte, la OCDE en su informe semestral de Perspectivas, calcula que “más fricciones entre Estados Unidos y China podrían restar seis décimas al Producto Interno Bruto (PIB) mundial en dos o tres años”.

Crecimiento mundial interanual

Crecimiento mundial internual

Fuente: OCDE (2019), Perspectivas económicas de la OCDE, Volumen 2019 Número 1: Versión preliminar, Publicaciones de la OCDE, París, 

Los síntomas recesivos que comienzan a avizorarse en algunas regiones no constituyen solo casos aislados, pero no se puede asegurar que son una tendencia que se acentuará en el tiempo. En Asia, pareciera empezar a reflejarse algunos efectos negativos de la confrontación entre EEUU y China.

Los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAM) están siempre en este conflicto, debido a sus vínculos comerciales tanto con EEUU como con China. Singapur bajó su PIB a 1,2% en el primer trimestre del 2019 —su peor crecimiento en los últimos 10 años— y Tailandia, una economía muy vinculada con las exportaciones de EEUU redujo su PIB a 3% en los primeros meses del 2019. (Publicaciones AGORA, mayo 2019)

En América Latina, México se ubicó en marzo como el primer socio comercial de EEUU al mermar el volumen de intercambio comercial con China. Pudiera inferirse algún efecto positivo para otros países de la región u otros sectores productivos. Sin embargo, resulta prematuro adelantar pronósticos. Según la OCDE, Brasil, primera economía latinoamericana, sufrirá una desaceleración del crecimiento: en 2019 se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 1,4%, frente al 2,1% anterior.

En el sector financiero, la pasada semana, una encuesta entre inversores de Bank of America y Merril Lynch, reflejó que la desaceleración de la inversión proveniente de China sería el riesgo número uno de los inversores de cartera. Igualmente, prevé una caída en las acciones de las empresas del sector tecnológico en las próximas jornadas. Para el 15 de mayo, en términos de capitalización de mercado, la principal pérdida fue para la empresa Apple, unos 100 millones de dólares.

La mayoría de los economistas alertan sobre las nocivas consecuencias de estas guerras arancelarias; son los consumidores nacionales y los importadores quienes terminan asumiendo el costo de esos aranceles En esta oportunidad, de continuar la contienda, la misma se acompañaría de sucesivas rupturas en las cadenas de suministro a nivel global. Dada la interdependencia existente: la dimensión del conflicto seria mundial.

* Economista y profesor universitario

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