Mario Vargas Llosa 1

Con El héroe discreto (2013) la narrativa de Mario Vargas Llosa regresó al Perú y a Lima —después de transitar La fiesta del Chivo (2000), El paraíso en la otra esquina (2003), Travesuras de la niña mala (2006) y El sueño del celta (2010)— para confeccionar una escritura que yo me atrevería a denominar moral. Pero no retornó a la Lima de Conversación en La Catedral (1969) o La tía Julia y el escribidor (1977), piezas que obedecen a su memoria personal de la política, en la primera, y de la afectividad, en la segunda. Se trata de un país y una ciudad vistos de otra forma. Cabe recordar a esos dos empresarios acosados —esos héroes discretos— de su penúltima novela, de distintos signos, que coinciden —cada uno en su posición— en la defensa de sus derechos ciudadanos frente al crimen amparado por el poder. Esa postura moral es la misma desarrollada en Cinco esquinas (2016). construida como un amplio fresco de los estertores de la era de Alberto Fujimori, con componentes políticos, eróticos y periodísticos de relieve. Se revela como una novela pensada y procesada para dejar clara su posición ética. Es la madurez de un pensador de 80 años.

Como en su anterior novela, Vargas Llosa elabora dos vertientes narrativas destinadas a converger. La primera surge de la historia erótica de Chabela y Marisa, amigas y mujeres del empresario Enrique Cárdenas y del abogado Luciano Casabellas, respectivamente, para componer una visión de la burguesía limeña a medio camino entre el apoyo al fujimorismo y su rechazo simultáneo. La segunda vertiente cobra brío con la ‘cruzada’ de Rolando Garro, director del periódico amarillista Destapes, impulsor de una historia sórdida y comprometedora para el honor de Cárdenas con la complicidad de la reportera Julieta Leguizamón, llamada Retaquita. Entre ambas líneas de trama se inserta la figura perversa y memorable del Doctor, el asesor del Presidente de la República.

No es el Vargas Llosa de Los cachorros y Los jefes. Tampoco de La ciudad y los perros. En Cinco esquinas no hay alarde de estilo ni experimentación formal. Su realismo es distinto, Hay una exposición de dos situaciones distintas con personajes comunes en una época especialmente crítica en Perú. Pero, a diferencia de El héroe discreto, su visión moral no tiene héroes, ni en el campo de las parejas de la clase acomodada ni en del periodismo del chantaje y mucho menos en los oscuros trámites políticos de Montesinos. El hallazgo erótico entre Chabela y Marisa es un punto de partida para trasgredir una convención social. Ese primer capítulo marca el tono de la farsa, de la mentira que no puede conocerse, de lo sospechado mas no aceptado. Una conducta que observa desde lejos el drama de un Perú signado por el autoritarismo y las diferencias sociales. Un poco más adelante se revela la perversión de Garro, el periodista sin escrúpulos que recurre al morbo para llevar adelante su chantaje, con la complicidad de una miserable lugarteniente. Esos son sus personajes, marcados por el beneficio propio, sin escrúpulos. La fidelidad conyugal o la lealtad a la verdad son meras referencias y no objetivos en sí mismos.

En Cinco esquinas convergen algunas de las ideas que han poblado la novelística del Nobel peruano, aunque tratadas de forma distinta. Desde la mirada crítica a las élites peruanas que se encuentra en La ciudad y los perros hasta el erotismo de Los cuadernos de don Rigoberto o El elogio de la madrastra. La diferencia se halla en su personal concepción del mal vinculado con ese periodo histórico. Por eso la figura del Doctor es apenas una bisagra que une dos mundos paralelos.

El narrador voltea la mirada al pasado para elaborar un fresco narrativo coral que carece de la complejidad técnica o estilística de algunas de sus novelas más celebradas, pero que expone duramente un Perú dominado por la dictadura de Fujimori y de su brazo ejecutor, Vladimiro Montesinos, transfigurado aquí en el Doctor. Vargas Llosa aborda los tiempos de la historia moral de un Perú vilipendiado por la sinrazón, denunciando los dominios de la miseria y del horror de los que detentan el poder.

CINCO ESQUINAS, de Mario Vargas Llosa. Colección Alfaguara. Penguin Ramdon House Grupo Editorial, Barcelona, 2016. 316 páginas.

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