Chavismo la peste del siglo XXI
A lo largo de 93 minutos Tovar expone las memorias de esa enajenación convertida en narcodictadura.

Cuando terminé de ver Chavismo: la peste del siglo XXI me asaltó un desasosiego. No porque ignorara lo que ha sucedido en Venezuela desde 1999, por supuesto, sino por la forma en que el venezolamo Gustavo Tovar Arroyo organizó su documental de largometraje.

Puso de relieve la articulación de distintos factores que propiciaron entonces la tragedia que vivimos y que mantienen hoy un nuevo establecimiento político más allá de cualquier consideración ideológica. Es un Estado criminal.

Después de identificar (por la vía del contraste) el discurso de Hugo Chávez con la situación que vive Venezuela hoy, comienza un fluir dramático que de manera cronológica reconstruye el proceso político, social y cultural que un golpista mesiánico desató como una forma de enajenación de un pueblo. Porque aquello, en sus orígenes, fue el impulso y la consolidación de una locura masiva. Luego devino en un sistema criminal de gobierno sustentado en la corrupción y el narcotráfico. A lo largo de 93 minutos Tovar expone las memorias de esa enajenación convertida en narcodictadura.

Aunque no encuentro información sobre sus guionistas, identifico el trabajo de concepción del documental como su mayor virtud creadora. Esa visión integradora permite estructurar un discurso coherente sobre un proceso que adquiere diversos tonos en la medida en que se desarrolla. De forma didáctica explica, paso a paso, lo sucedido en Venezuela a lo largo de dos décadas. Percibo su exposición como una forma sistemática de explicar al mundo lo que ha sucedido en Venezuela, lo cual adquiere una importancia significativa para el rescate y la defensa de la democracia en nuestro país. Para derribar prejuicios y estereotipos ideológicos que aún persisten en la opinión pública internacional. Se suma a la exposición que ya hizo el documentalista italiano Michele Calabresi en El ocaso del socialismo mágico que ha expuesto en distintas ciudades de Europa y América las realidades de una falsa utopía.

La labor de edición de Jairo Matos, Manuel Pérez Matos y Vladimir Sosnowski es la responsable de la estructuración eficaz de Chavismo: la peste del siglo XXI, en la medida que articula casa entrevista (que son muchas) con los materiales de archivo existentes hasta conformar una expresión documental difícil de contradecir. Todas las expresiones de Hugo Chávez son ubicadas en su propio contexto y en el entorno de lo que ha sucedido después. Esa organización del material preexistente revela una complejidad expositiva que va más allá de lo técnico. Lo único grabado para el documental son las entrevistas a personalidades de la política venezolana e internacional. Algunos han protestado al calificar a las figuras históricas de la derecha iberoamericana (Pastrana, Piñera, Fox, Aznar, Quiroga, etcétera) como agentes sesgados, pero identifico también a Felipe González, Luis Almagro, Oscar Arias y Juan Claudio Lechín, a quienes no se les puede calificar de derecha, como observadores importantes. Esto funciona para superar el esquematismo de la derecha y la izquierda. Yo echo en falta las entrevistas a personalidades que apoyaron al chavismo en su momento. Pero sobre todo, rescato los testimonios de muy distintos venezolanos sobre esa peste que domina a una nación desamparada.

Hay un tema que el documental de Tovar Arroyo ignora de forma ostentosa: el rol de la oposición política estructural. Tanto de la Coordinadora Democrática, a principios de la década pasada, como de la Mesa de la Unida Democrática en los últimos años. Es una ausencia notoria. No entiendo este punto de vista, pues más allá de las críticas a la dirigencia opositora (en las que yo mismo he participado), el papel de los partidos políticos ha sido importante y es necesario comprender, para bien o para mal. Solo hay una referencia al movimiento estudiantil de 2007 y  la derrota de Chávez ese mismo año cuando quiso implantar una reforma de la Constitución. Ese capítulo merece ser revisado.

El fim de Tovar Arroyo es una creación personal muy válida en lo artístico y en lo político, pero obtendrá mayor importancia cuando se convierta en un fenómeno digital, a lo cual apunta com mucha fuerza.

Chavismo: la peste del siglo XXI puede significar una batalla importante en la comunicación de una guerra mediática que impulsa el régimen de Maduro. Su estreno mundial fue el 15 de junio a través de You Tube. Pero merece una distribución que permita su discusión en directo. Es una película par el debate. Allí reside su principal virtud.

CHAVISMO: LA PESTE DEL SIGLO XXI, México, EEUU y Venezuela. Dirección: Gustavo Tovar Arroyo. Patrocinado por: Humano y Libre Foundation. Productora: La Orilla Films. Coproductores: El Nacional, NTN24 y RCTV. Producción ejecutiva: Ana Carlota García y Gustavo Tovar Arroyo. Producción: Freya Mendoza, Jairo Blanco, Manuel Pérez Matos, Vladimir Sosnowski. Editores: Jairo Matos, Manuel Pérez Matos y Vladimir Sosnowski. Participaciones: Mario Vargas Llosa, David Morán, J.J. Rendón, Diego Arria, Carlos Alberto Montaner, Ricardo Hausmann, Marcel Granier, Thays Peñalver, María Corina Machado, Moisés Naím, Pedro Mario Burelli, Ana Julia Jatar, Álvaro Vargas Llosa, Oscar Arias, Juan Claudio Lechín, Antonieta Mendoza de López, José Gregorio Briceño, Andrés Pastrana, Plinio Apuleyo Mendoza, Vicente Fox, Miguel Henrique Otero, Felipe González, José María Aznar, Felipe Calderón, Mitzy Capriles de Ledezma, José Miguel Vivanco, Roberto Smith, Antonio Rivero, Guaicaipuro Lameda, Laureano Márquez, Raúl Salazar, Oscar García Mendoza, Gonzalo Himiob, Sebastián Piñera, Ismael García, David Smolansky, Jorge Quiroga, Yon Goicoechea, Ismael García, Freddy Guevara, José Gustavo Arocha Pérez, Alfredo Romero, Daniel Ceballos, Lester Toledo, Lilian Tintori, Armando Armas, Tamara Suju, José Manuel Olivares, Srdja Popovic, Luis Almagro, Luis Moreno Ocampo.

 

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