“La crítica es el único instrumento de control de una teoría económica”.

Karl Popper fue una especie de Pontífice en la filosofía de la ciencia, en el sentido de que estableció criterios para definir qué es ciencia de lo que no lo es.

Ahora bien, en el extraordinario texto de Guy Sorman Los verdaderos pensadores del siglo XX, (Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1990) se presenta una entrevista con Karl Popper, donde este dice entre otras cosas lo siguiente:

Así va la ciencia y solamente tiene un carácter científico aquello que pueda ser refutado; lo demás pertenece a la magia o a la mística. Este esfuerzo de refutación es tanto más importante en las ciencias en las que la experimentación es imposible, en economía por ejemplo: “la crítica es el único instrumento de control de una teoría económica”. En la medida en que la economía existe como ciencia, cosa de la cual Popper duda.”Yo constato que —precisa— que el desenvolvimiento de la economía real no tiene nada que ver con la ciencia económica. Aunque se las enseña como si se tratara de matemáticas, las teorías económicas jamás han tenido la menor utilidad práctica” (p. 269) (negritas nuestras).

En otra entrevista realizada a Karl Popper por Angélique Beres de la Revue Française d’Economie (Vol. 1, Nº 2, 1986, pp.55-64), hasta nos habla del principio de incertidumbre aplicado a la economía y allí se nos da un ejemplo de que cuando un economista (me imagino que debe ser uno importante) anuncia una baja de los precios, este anuncio afecta hacia la baja a los precios. Y si bien este hecho está sometido a los modelos, especialmente los que aplican los afiliados a la escuela de las expectativas racionales, no es posible aislar convenientemente este efecto.

Con la reciente crisis bancaria que comenzó en Estados Unidos la cual se expandió en Europa, buena parte de los economistas famosos salieron desacreditados. José De Gregorio (del Banco Central de Chile) en un impactante ensayo nos dice al respecto que la economía es como la medicina, la cual analiza la evidencia y propone tratamientos. Es distinta a la física, por cuanto esta no genera prescripciones, al menos directas. De allí la importancia magistral de la interacción entre la ciencia y la práctica. La economía, de todos modos tiene una complejidad adicional, pues es una ciencia social, que intenta explicar el comportamiento humano. El hecho de que el desastre bancario-financiero de 2008 no terminase en una Gran Depresión como la de 1929, demuestra que sí se han aprendido las lecciones, al menos parcialmente.

Joseph A. Schumpeter —también proveniente de la Universidad de Viena, como el profesor Popper—, en su monumental Historia del Análisis Económico (Fondo de Cultura Económica, México,1971, p. 23-24) nos aclara vehementemente que “llamar ciencia a un campo determinado del conocimiento no debe interpretarse como un elogio, ni como lo contrario de un elogio”. Adicionalmente, Schumpeter nos plantea que ciencia es cualquier género de conocimiento a cuyo perfeccionamiento han aplicado los hombres sus esfuerzos conscientes. Y estos esfuerzos, generan hábitos mentales —métodos o ‘técnicas’—  y una comprensión de los hechos descubiertos con ayuda de estas técnicas que son muy superiores al conocimiento de los hechos y los hábitos propios de la vida cotidiana. Por lo tanto, como la economía utiliza técnicas que no son de uso común, y en vista de que existen economistas que se dedican a su cultivo, podemos afirmar que la economía es una ciencia.

About The Author

Deja una respuesta