La película de Ripoll fue concebida como un viaje íntimo hacia el pasado y el presente de un hombre en las horas definitivas de su vida.

En estos tiempos de cuarentena ya no vamos a las salas y nos refugiamos en las plataformas digitales para ver obras de teatro, conciertos, películas y series. Ahora tenemos más tiempo para compartir con la familia, para leer esos libros arrimados en la biblioteca, para hacer reuniones de trabajo por Zoom o Skype, para intentar platos más atrevidos y para indagar en lo nuevo de la industria audiovisual. En una de esas nos topamos con Vivir dos veces, octavo largometraje de la española María Ripoll, incluida en Netflix en la categoría de ‘comedia’. Al leer la sinopsis nos asaltó la duda. ¿Cómo una historia sobre el alzheimer puede ser una comedia? Vencido el temor inicial, nos encontramos con una comedia dramática muy bien construida y sobre todo muy bien interpretada.

El guion de María Mínguez se erige sobre tres bloques dramáticos. El primero muestra a Emilio, matemático y profesor universitario jubilado, en Valencia, donde también reside su hija Julia, su yerno Felipe y su nieta Blanca. Los cuatro conforman una familia disfuncional signada por la falta de comunicación. El punto es que una médica le diagnostica alzheimer a Emilio. El segundo bloque se desarrolla como una road movie cuando Emilio decide ir en auto hasta Navarra donde debería encontrar a Margarita, el primer amor de su vida, inolvidable y perdido, antes de extraviar definitivamente su memoria, empresa infructuosa en que lo acompañan su hija y su nieta. El tercer bloque conduce de nuevo a Valencia, donde se adelanta la resolución dramática de esta búsqueda desesperada, con un final sutil y sorprendente.

Luis Buñuel, ya en sus ochenta años, en su libro Mi último suspiro (1982), escrito a cuatro manos con su guionista favorito, Jean-Claude Carrière, afirmó: «Una vida sin memoria no sería vida, como una inteligencia sin posibilidad de expresarse no sería inteligencia.» Frase que le calza muy bien a Emilio, quien intenta rescatar su memoria como una forma de preservar su inteligencia, acosada por una enfermedad degenerativa y por sus necesidades afectivas, tanto por una familia en la que no cree como en el amor que perdió décadas atrás.

La película de Ripoll fue concebida como un viaje íntimo hacia el pasado y el presente de un hombre en las horas definitivas de su vida. En ese periplo irá descubriendo a los miembros de su familia, especialmente a su nieta Blanca, una adolescente coja de brillante inteligencia y adicta a la tecnología, con quien establece una relación de complicidad. Es con ella con quien inicia su viaje a Navarra y con quien comparte sus recuerdos afectivos de su juventud con la misteriosa Margarita, perdida en sus memorias y su soledad íntima.

El final de la película encierra varias preguntas, como indagaciones en la memoria y las emociones. La trama coloca varios detalles sutiles que remiten al inicio de la trama. ¿Valió la pena el viaje de Emilio? Más que un pensamiento es una sensación, una esperanza, un deseo. Sobre todo en un recuerdo.

Sorprende gratamente la soltura de Ripoll para conducir el guion de Minguez en esa mezcla de comedia y drama que va atrapando al espectador sin que éste se dé cuenta. Sobre todo porque se trata de una historia que estimula la reflexión a partir de un vínculo emocional básico. Pero el fundamento más importante se halla en las interpretaciones del argentino Oscar Martínez (¿lo recuerdan en Un ciudadano ilustre de Mariano Cohn y Gastón Duprat?), realmente excelente como Emilio, y las españolas Inma Cuesta, como Julia, y la extraordinaria Mafalda Carbonell, como la nieta Blanca. Este equipo pone en evidencia la potencia de una buena historia, una acertada realización y unas actuaciones fuera de lo común.

En estos días de cuarentena es una opción muy recomendable. En Netflix.

VIVIR DOS VECES, España, 2019. Dirección: María Ripoll. Guión: María Mínguez. Fotografía: Núria Roldos Música: Arnau Bataller. Elenco: Oscar Martínez, Inma Cuesta, Mafalda Carbonell, Nacho López, Aina Clotet. Disponible en Netflix.

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