Para Rubén Monasterios
Esta es la tercera estación de una vieja historia de pasión y asesinato. La primera se ubica en 1934, cuando James M. Cain publicó El cartero llama dos veces, su novela más célebre que devino rápidamente en un clásico de la literatura negra. Su trama es precisa: en los años treinta del siglo pasado, en plena crisis económica, Frank Chambers, un trotamundos sin empleo, narra en primera persona la atracción que siente por Cora Papadakis, la esposa de un emigrante de origen griego propietario de una taberna en California, y cómo se vuelven amantes unidos por el ardor y la ambición. Pero no será tan fácil librarse del viejo marido.
Segunda estación. Se han hecho varias adaptaciones cinematográficas. Destacan la de Tay Garner en 1946, protagonizada por Lana Turner y John Garfield, y la excelente de Bob Rafelson en 1981, con las actuaciones de Jack Nicholson y Jessica Lange. Pero hay una muy especial: la primera pelÃcula que filmó Luchino Visconti se llamó Obsesión (Ossesione), inspirada libremente en la novela de Cain. Fue rodada en 1942 en Italia, en medio de la II Guerra Mundial, antes del nacimiento del neorrealismo que luego, en la posguerra, Visconti impulsarÃa junto a Vittorio De Sica y Roberto Rossellini. Ambientado en Ferrara, el film cambió los nombres de sus personajes a Gino y Giovanna pero la intensidad del drama fue muy fiel al original literario. Se convirtió en una obra maestra del realizador milanés.
Tercera estación. El director teatral belga Ivo van Hove acometió la adaptación a las tables —escrita por Jan Peter Gerrits— de la pelÃcula de Visconti (no de la novela de Cain) en Obsession. que se presentó el teatro Barbican de Londres bajo la producción de National TheaÂtre Live, con el protagonismo de Jude Law, Halina Rejin, Gijs Scholten van Aschat y Robert de Hoog. Gran espectáculo.
Van Hove mantuvo las directrices básicas del film italiano. Gino es un vagabundo, desaliñado y guapo. En un restaurante de carretera se encuentra con Giuseppe y Giovanna, marido y mujer. Irresistiblemente atraÃdos el uno al otro, Gino y Giovanna comienzan una apasionada aventura y conspiran para asesinar a su marido. Pero en este relato escalofriante de pasión y destrucción el crimen sólo sirve para acabar con ellos.
La puesta en escena se estructura sobre un purismo estético impresionante que busca la sÃntesis escénica con la ayuda de la iluminación de Jan Versweyveld, el vestuario de An D’Huys y el diseño de producción de Jan Versweyveld. En ese breve espacio se resume el encuentro inicial entre Giuseppe, Giovanna y Gino —todos signados por la letra G—, la primera huida de Gino, el retorno al restaurante de Giuseppe, el reencuentro con Giovanna, la locura de la pasión, el surgimiento del asesinato, su ejecución y las consecuencias de una acción irreversible. Van Hove construye un montaje impecable, donde todos los detalles se articulan coherentemente.
El libreto de Gerrits potencia el drama de una pasión irreprimible que se convierte en tragedia, no solo por el asesinato de Giuseppe, sino por la culpa que aplasta a Gino y la incomprensión que desconcierta a Giovanna. Ella quiere recomenzar su vida allà mismo. Él siente que no puede quedarse. La construcción de ambos personajes es minuciosa, detallista, precisa. Nada queda al azar. En ese texto cabe toda la pelÃcula de Visconti.
Por último, pero no menos importante, debo resaltar las extraordinarias actuaciones del inglés Jude Law como Gino, la holandesa Halina Reijn como Giovanna y del también holandés Gijs Scholten van Aschat como Giuseppe. Realmente superlativos.
Obssesion es un punto de reafirmación entre las técnicas del teatro moderno y los textos clásicos venidos de otras fuentes expresivas.