Un hombre irracional 1
La película ofrece detalles mínimos y realistas, junto a planos escuetos y simbólicos, como la escena donde Abe y Jill se reflejan en un espejo circense que les devuelve una imagen distorsionada de ellos mismos, donde solamente la belleza de ella resiste.

Un tema ha obsesionado a Woody Allen: la búsqueda de un móvil para trasgredir las normas morales. En algunos casos se podrí­a hablar de una excusa para impulsar conductas terribles, como en Crí­menes y pecadillos (1989) o Match point (2005), en las que el asesinato deviene en una decisión personal.

En Un hombre irracional, Abe Lucas es un profesor de filosofía polémico y transgresor, que zigzaguea entre el heroísmo y la locura peligrosa. Acosado por sus propios demonios, notable borracho con fama de mujeriego, este personaje es una mezcla de nihilismo con pesimismo. Bajo una profunda crisis personal, ha dejado de escribir ensayos para retirarse a dar clases en una pequeña y conservadora universidad de Newport, Rhode Island, donde ha llegado la fama de su pasado como brillante intelectual y también como mujeriego indiscriminado. Una de las profesoras afirma que su llegada va a ser “como inyectar Viagra a los vetustos claustros académicos».

Desde su llegada al tranquilo campus, comienza a desmantelar convicciones, ironizando incluso sobre sí­ mismo y su trayectoria intelectual, que según Abel no ha servido para cambiar ninguno de los males que aquejan al mundo. Descreído de los discursos racionales, destila desde su nueva cátedra un escepticismo radical ante un público mayoritariamente femenino, que lo escucha con asombrada admiración. Con su actitud de choque, en ese ambiente donde todo se muestra amable y simple, el profesor se relaciona con dos mujeres: una veterana profesora que lo persigue eróticamente y Jill, una de sus alumnas más brillantes.

El film da un giro significativo cuando Abe y Jill escuchan la conversación de unos desconocidos en la mesa contigua de un restaurante: a una mujer la han privado de su derecho a ver a sus propios hijos por causa de un juez corrupto. Abe piensa, entonces, que el mundo podrí­a ser mejor si una mala persona deja de existir. Empieza a imaginar una especie de acto redentor. Se propone eliminar al juez amparado en la impunidad de que al tratarse de un extraño, no hay motivo ni causalidad que lo vincule con el crimen. A partir de entonces, la personalidad del protagonista y el tono de la pelí­cula dan un vuelco hacia algo mucho más denso y perturbador. Esta circunstancia acerca la historia al universo de Dostoievski. La referencia inevitable es Crimen y castigo.

Un hombre irracional reúne referencias intelectuales de Immanuel Kant, Martin Heidegger, Hannah Arendt, Fiédor Dostoievski, Sóren Kierkegaard, Sigmund Freud, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, pensadores muy populares entre los jóvenes universitarios de los años sesenta, a la que también pertenece la versión instrumental de The crowd que ejecuta el trí­o de Ramsey Lewis, el leit-motiv musical de la película que acompaña los momentos lúdicos del film. Cuando el tono se oscurece, el sonido ambiental es lo único que permanece y resalta como el silencioso inicio y el contundente final.

Las actuaciones de Joaquin Phoenix y Emma Stone son fundamentales, pues aportan matices diferentes y por momentos complementarios: ella representa la juventud y la madurez, también la experiencia sin esperanza ante al asombro entusiasta. La temática de esta historia contada con originalidad y audacia la empareja a Match Point y Crí­menes y pecadillos, girando sobre el azar, los dilemas éticos y el crimen perfecto, aspectos recurrentes en la filmografí­a de Allen.

La pelí­cula ofrece detalles mí­nimos y realistas, junto a planos escuetos y simbólicos, como la escena donde Abe y Jill se reflejan en un espejo circense que les devuelve una imagen distorsionada de ellos mismos, donde solamente la belleza de ella resiste.

De modo rigurosamente intelectual, el profesor va moldeando una ética tan perversa como convincente, pero en el fondo tan deforme como el reflejo del espejo citado, abriendo una puerta que lleva a otras, sin retorno. Todo en una mezcla de géneros en los que Allen pasa de la comedia al drama, incluso el thriller donde la historia fluye entretenida y fresca, nunca superficial ni menos inocente.

UN HOMBRE IRRACIONAL (Irrational man), EEUU, 2015. Dirección y guion: Woody Allen. Fotografí­a: Darius Khondji. Montaje: Alisa Lepselter. Elenco: Joaquí­n Phoenix, Emma Stone, Parker Posey, Joe Stapleton y Jamie Blackley. Distribución: Cinematográfica Blancica.

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